Se celebró este viernes 21 de septiembre, festividad
de San Mateo, el primer festejo taurino de la adelantada Feria de San Miguel.
La Empresa Pagés preparó para levantar el telón de este ciclo una novillada con
toreros triunfadores en otras jornadas taurinas y con reses de la ganadería de
Juan Pedro Domecq. En el sexto toro, “Varapalo” el madrileño Gonzalo Caballero
realizó una gran faena y le cortó una oreja al novillo de Juan Pedro Domecq,
que fue ovacionado en el arrastre.
FICHA DE LA NOVILLADA:
Se lidiaron reses de la ganadería de Juan Pedro
Domecq, con buena presencia, pero desiguales en las fuerzas y en las embestidas.
Sin embargo, destacó el sexto toro. El público pitó a algunos flojos novillos,
pero se desquitó con el sexto –“Varapalo”, de 474 kilos--, que fue ovacionado
en el arrastre. La terna estuvo formada por Rafael Cerro (Navalmoral de la
Mata); Tomás Angulo (Llerena), y Gonzalo Caballero (Torrejón de Ardoz).
· Rafael
Cerro, ligeras palmas y silencio tras aviso.
· Tomás
Angulo, palmas, pitos al toro y vuelta al ruedo con leve petición de oreja.
· Gonzalo
Caballero, silencio tras aviso y oreja.
La Plaza de Toros de la Real Maestranza, en una
tarde soleada y calurosa, registró una buena entrada. Los tendidos y las gradas
se cubrieron casi en sus tres cuartas
partes. Fue el festejo de abono número 23.
El subalterno de Tomás Ángulo, Jesús González “El
Suso” fue ovacionado cuando fijo el novillo para las banderillas. También
saludó Curro Robles.
CRÓNICA DE FERNANDO GELÁN
Tras los atractivos festejos nocturnos en las
novilladas de promoción, que tanta expectación causó entre los aficionados
sevillanos por la casta de las reses lidiadas y la calidad torera de los
participantes, llegó el ciclo taurino de la Feria de San Miguel, con una
novillada en la que figuraron los triunfadores de la temporada y las dos
corridas de toros que cerrarán este fin de semana.
Esta adelantada Feria de San Miguel ha creado cierta
polémica entre aficionados, críticos y articulistas. Es totalmente cierto que
el día de la fiesta dedicada a este santo es la del 29 de este mismo mes y que
este ciclo del 2012 se ha iniciado curiosamente el día de San Mateo, que es una
fiesta que se conmemora espectacularmente en Oviedo.
Para no complicarnos la vida podríamos decir que la
Empresa Pagés ha creído más conveniente adelantar este ciclo taurino que puede
ser bautizado desde ahora como los festejos de la Feria de Otoño de Sevilla.
Hace ya tiempo que desapareció del calendario festivo de la ciudad la histórica
Feria de San Miguel, que, con un corte parecido a la primitiva Feria de Abril,
concentraba en Sevilla a los mejores ganaderos de la región para crear un foco
de riqueza que se festejaba con sus copas y sus bailes.
Hubo un reciente concejal del PA, Juan Ortega, que
llegó a recuperar, con otras bases folklóricas, esta Feria de San Miguel, pero
poco duró su desarrollo. Así pues, bienvenido sea el ciclo taurino de San
Miguel que prepara la Empresa Pagés, se celebre en las vísperas del santo, en
el comienzo del otoño o por San Mateo,
como ahora…
¡Y vamos al toro que, dicen, es una mona! Había
ambiente en este primer festejo del ciclo sanmigueleño y concurrió mucho
público al Coso del Baratillo. Todos, con la esperanza de ver un buen
espectáculo. Pero ya se sabe que se tienen que unir muchas circunstancias para que,
sobre el albero, se mantenga al ciento por ciento el arte, la entrega, el
valor, la calidad, la casta, etc, etc. Esta novillada tenía el tirón de los
jóvenes triunfadores y la esperanza del ganado de Juan Pedro Domecq.
Por tanto, en esta novillada que abría el ciclo de
la Feria otoñal de San Miguel hubo de todo: buenos lances, entrega total,
valentía, garra, certeras estocadas, descabellos, palmas, silencios, broncas,
pitos, saludos y, al final, hasta oreja y delirio en los tendidos por el
novillo de Juan Pedro Domecq que cerró esta novillada taurina en la Maestranza.
Nunca es tarde si la dicha es buena. Y el público
que comprobaba que se esfumaba la jornada sin salsa ninguna, encontró la horma
de su zapatilla en el sexto morlaco. El madrileño Gonzalo Caballero, que había
estado voluntarioso en su primero, pero sin poder culminar sus deseos, se
encontró en esta recta final con “Varapalo” para triunfar en el coso
maestrante. Brindó la faena al público, que se animó. Hubo cartucho con la
muleta y aunque recibió un golpetazo del novillo, el de Torrejón se rehízo y
ofreció preciosas tandas de naturales y derechazos. La condición del novillo
era impresionante. Y Caballero hizo sonar la música entre las palmas y los
vítores de la gran afición sevillana. La estocada fue, además, certera y
fulminante, y el joven madrileño logró el merecido premio de una oreja, que
paseó entre el júbilo general.
En esta novillada abrió plaza el novillero Rafael
Cerro. El extremeño no estuvo afortunado ante las dos reses que le tocó en
suerte. Puso mucha voluntad y, a veces, hasta toreó con cierta soltura. Mató a
los dos novillos de estocada, una desprendida y otra atravesada, y pasó sin
pena ni gloria.
El segundo espada de la tarde taurina fue Tomás
Angulo. En su primero, el de Llerena se encontró con un novillo muy falto de
fuerzas. A pesar de su entrega, Angulo terminó cogiendo el sable y matar de
certera estocada. En el segundo de su lote, Angulo se encontró con un novillo
más vivo y bravo. Este quinto de la tarde –“Funcionario”, de 466 kilos--, llenó
las muchas aspiraciones que tiene este torero y el extremeño se arrimó con
valentía, ofreciendo una tanda de naturales y derechazos que en esta primera
parte de la faena tuvo el tirón de la música. Pero en la segunda parte, el
novillo se vino algo abajo y Ángulo no supo mantener el buen ritmo. Mató de
buena estocada. El público premió al novillero con muchas palmas. Y hasta hubo
ligera petición de oreja. Angulo se despachó a gusto dado una vuelta al
ruedo.
CORRIDA DEL SÁBADO 22 DE SEPTIEMBRE:
Con reses de la ganadería de “Alcurrucén”, la terna
de matadores estará formada por Manuel Jesús “El Cid”; Sebastián Castella y
Daniel Luque. El festejo, 24 de abono, comenzará a las seis de la tarde.
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