Como no fueron muy boyantes los toros de Torrehandilla y Torreherberos --los antiguos jandillas--, la décima corrida del ciclo continuado de la Feria no logró despertar al público hasta el quinto toro que lidió "El Cid" y el sexto con el que cerró plaza David Fandila "El Fandi". Las reses que saltaron a la plaza, salvo esos dos últimos toros, fueron mansos, sin casta, reservones y con poquísima embestida. Todos los espadas del cartel --"Paquirri", "El Cid" y "El Fandi" --, lucharon y se entregaron como jabatos para poder sacar algún provecho de los morlacos que les tocaron en suerte.
La Plaza de Toros de Sevilla en esta décima de la pre Feria y undécima del abono no se llenó al completo y los tendidos y las gradas se cubrieron en algo más de tres cuartos. Hubo tiempo soleado y alguna ligera brisa. Se lidiaron toros de Torrehandilla y Torreherberos. El primero de "El Cid", de Torrehebreros, fue devuelto a los corrales y en su lugar saltó a la plaza el primero de los sobreros, un toro de la ganadería de Montealto. Presidió la corrida Juan Salguero, que fue ligeramente pitado por no conceder a "El Fandi" una oreja en el sexto de la tarde-noche, cuyo premio solicitó el público tras una meritoria y acertada faena.
* Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri, Ovación y saludos en el primero y silencio en el segundo.
* Manuel Jesús "El Cid", silencio en el primero y ovación y saludos desde los medios en el segundo.
* David Fandila "El Fandi", ovación y saludos en el primero y ovación, petición de oreja y vuelta al ruedo en su segundo.
Dos toreros, el de Salteras y el de Granada, destacaron en este décimo festejo en la Plaza de Toros de Sevilla. Ambos espadas, afortunadamente, pudieron enmendar una mala tarde de toros durante la lidia del quinto y sexto. Hasta entonces, más de hora y media, la corrida fue un tostón, enormemente aburrida y decepcionante. Fallaron las reses, que no dieron el juego deseado por los toreros y por el público.
Francisco Rivera "Paquirri" ya comprobó como el primer toro de su lote fue perdiendo gas desde su salida a la arena. Pese a las dificultades que presentaba el ganado, el torero madrileño tan vinculado a Sevilla, dio buenos lances con la capa y hasta puso acertadas y dignas banderillas al son de la música. Pero ya con la muleta, el toro se fue viniendo abajo y aunque no había transmisión, "Paquirri" intentó un toreo reposado, dándole tiempo al toro para cuidarlo y sacarle el mayor partido posible. Hubo dominio en las series, pero le faltó encender la chispa. Mató de estocada y hubo ovación para el torero, que saludó desde el tercio. En el segundo de su lote, Rivera Ordóñez no se atrevió ni a poner banderillas. El morlaco era ilidiable y sin clase. "Paquirri" abrevió la faena y mató de media estocada y descabello.
El primer toro de "El Cid", de la ganadería anunciada, fue devuelto a los corrales. La res se caía, no tenía fuerzas y el presidente sacó el pañuelo verde. Saltó al ruedo un toro de Montealto y el de Salteras forzó la máquina para desarrollar una faena digna y torera. Pero no hubo continuidad en las serie y "El Cid", ante un toro tan manso y sin casta, no pudo completar sus deseos porque la fiera se rompió en la lidia. Mató de pinchazo y estocada. En el segundo de su lote, el espada sevillano encontró un toro más asequible. "El Cid" llevó a cabo tan buenos lances con la capa que despertó al público de su aburrimiento. Luego, con la muleta y ante un animal de mejor embestida, el torero de Salteras ofreció una buena serie de derechazos, pases por alto y naturales, que encendieron la plaza. Sonó la música en honor de "El Cid", que se fue creciendo en una faena con arte y con valentía. Se arrimó mucho al toro el sevillano y hasta hizo un amago de teléfono delante de la testuz de la res. "El Cid" se adornó en sus series y su faena tuvo arte y ligazón. Mató de pinchazo y estocada y perdió la oreja que se había merecido por no liquidar al animal al primer intento.
"El Fandi" fue el torero que más premio tuvo en esta desigual jornada taurina, ya que pudo dar una vuelta al ruedo cuando mató al segundo de su lote. En el primero, el matador de Granada, se lució con verónicas y chicuelinas, porque maneja el capote a las mil maravillas. Pero se quedó sin toro, porque perdió fuerza y trapío. Puso banderillas y un par de ellas al violín. Pero en la faena de muleta, "El Fandi" no pudo desarrollar el toreo deseado. El animal se paró a pesar de que el torero insistió en dar muletazos, exprimiendo al máximo la faena. Mató de estocada y dos descabellos. En el sexto toro de la tarde-noche, en el segundo de su lote, "El Fandi" aprovechó bien la calidad del toro y logró magistrales lances con la capa, buenas banderillas al son del pasodoble y una faena ligada, valiente, artística y meritoria con la muleta. El matador granadino se expuso en todo momento ante el bravo morlaco y su toreo tuvo emoción y brillantez. David ganaba al gigante "goliat" en la arena del Baratillo. Toreó con temple, sin dudas y con mucho compas. Sonó la música para alegrar esos buenos momentos de torería. Cuando "El Fandi" comprobó que las fuerzas del toro se iban mermando, se fue por la espada y mató al animal de certera estocada, entregándose en el volapié.
Hubo ovación, petición de oreja, no mayoritaria, y David "El Fandi" se tuvo que conformar con una vibrante vuelta al ruedo, cuando mereció más premio por su entrega, valor y dominio.
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