Desde hoy y hasta el 25 de marzo puede visitarse la exposición ‘Retablo en movimiento. La restauración del paso de Jesús del Gran Poder por el IAPH’, en la sede de una entidad bancaria de Sevilla, situada en la plaza de San Francisco, frente al Ayuntamiento de la ciudad.
Los contenidos de la muestra, promovida por la Hermandad de Jesús del Gran Poder de Sevilla, han sido desarrollados por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (Consejería de Cultura). La exposición presenta los resultados de la intervención que, por primera vez en un paso procesional, se ha abordado desde el prisma de la restauración crítica y científica, que ha llevado a cabo el IAPH entre abril de 2011 y febrero de 2012, conforme a los plazos previstos.
La exposición incide especialmente en los valores patrimoniales de la pieza que se han visto reforzados tras la mejora que ha adquirido la obra tras el proceso de restauración. El paso del Gran Poder es el más antiguo de los documentados en Andalucía, a lo que hay que sumar los valores artísticos (diseño barroco clásico, movimiento de la talla, movimiento de la planta, efectos envolventes, el valor escultórico de las tallas) e iconográficos.
Sin embargo, es su valor de uso desde hace más de 300 años lo que lo convierte en un patrimonio vivo y lo que ha marcado el proyecto de intervención, que ha requerido de un amplio equipo técnico del IAPH y un ajustado cronograma de actuación que no impidiera el uso anual del paso.
La pieza, encargada por la Hermandad del Gran Poder de Sevilla al escultor Francisco Antonio Gijón y entregado a ésta en 1692, es una obra de arte que extrapola las leyes de los retablos barrocos para convertirlo en retablo itinerante. En este sentido, es la primera vez que se ha abordado en Andalucía la redacción y ejecución de un proyecto de conservación científica de retablos móviles de acuerdo a los principios, criterios y normas de conservación reconocidas a nivel internacional.
El IAPH ha tomado como referencia anteriores trabajos de restauración en obras de similitud tipológica (arquitecturas lignarias) y ha aplicado criterios y metodología propuestos en la carta internacional Documento de Retablos 2002, impulsada por el propio Instituto y Getty Conservation Institute (EE.UU.).
Conocer la historia y transformaciones del paso, analizar biológicamente sus materiales, capas de preparación y acabado polícromo o razonar la estructura y levantar su planimetría mediante técnica fotogramétrica fueron las primeras herramientas encaminadas a argumentar el estado de conservación.
El paso a paso de una intervención pionera
1. Un lenguaje común. El equipo técnico de profesionales de 20 disciplinas diferentes estableció una nomenclatura común para referirse a los elementos del paso, pues al tratarse de una obra compleja, compuesta por una estructura -la canastilla- a la que se adosan 30 esculturas y 8 cartelas con relieves, era fundamental que todos los técnicos implicados en el proyecto tuvieran una referencia clara de cada elemento.
2. Diagnóstico de la obra. A su llegada al IAPH, el deterioro de la pieza era manifiesto aunque estructuralmente el conjunto del paso no corría riesgos inminentes. Recuperar, limpiar, consolidar, sanear daños de anteriores intervenciones, reintegrar y proteger, todo ello siempre desde la mínima intervención, ha sido el hilo conductor del proyecto. Preservar la estructura y talla de la canastilla ha sido uno de los trabajos más minuciosos del proceso conservativo, ya que eran numerosas las fisuras que le restaban resistencia. El IAPH ha desarrollado también iniciativas de conservación preventiva -como el control de las medidas medioambientales (humedad y temperatura)-, que, sin limitar el uso del paso, palien posibles afecciones sistemáticas.
3. Consolidar la estructura. Las operaciones de consolidación estructural del soporte han consistido en la fijación y sellado de fisuras y el ensamblado de piezas mal ajustadas y niveladas. Se han eliminado clavos y tornillos que se habían colocado en intervenciones antiguas de forma inadecuada y una tela roja que forraba el interior de la canastilla, que desvirtuaba el valor de transparencia de la estructura al impedir el juego barroco de luces y sombras.
4. Sustitución de anclajes. El sistema de sujeción de los claveles mediante los rollos de fibra vegetal de enea, fijados con clavos a la superficie del paso, constituía un depósito de suciedad, microorganismos y humedad, por lo que se ha optado por colocar un molde con planchas de poliolefina expandida atornillada, reversible y sustituible cada 5 ó 6 años.
5. Limpieza de la policromía. Se han eliminado las capas de protección no originales que tenía la superficie, como los barnices alterados y desigualmente repartidos. Se han eliminado repintes y dorados puntuales que estaban alterados cromáticamente y que no se ceñían a las pérdidas policromas. También se han eliminado restos de adhesivos, gotas de cera y otros depósitos superficiales.
6. Reintegración de color y dorado. El tratamiento de reintegración del color que se ha planteado tiene la finalidad de dar unidad al conjunto, sin aportar a la obra reposiciones cromáticas innecesarias. La reintegración de la capa de color y dorado se ha realizado con algunas variantes dependiendo de las características técnicas y formales del área a reintegrar. Como protección final, a la película pictórica y al dorado se les ha aplicado una capa de protección superficial que respeta el acabado de las diferentes técnicas policromas presentes en el paso.
7. Nueva tarima de cedro. Ha sido necesario realizar una nueva tarima que cerrase la canastilla, dado que la anterior, de pino, estaba en muy mal estado. Esta tarima, ahora en cedro como la canastilla, sirve para anclar la imagen, los faroles y ángeles.
La exposición de los resultados de la intervención
En la muestra se ve el paso, epicentro del discurso museológico, y la Cruz de Guía -del mismo autor, Francisco Antonio Gijón, y también restaurada por el IAPH-, así como una serie de elementos de información gráfica y audiovisual que transmiten los procesos e investigaciones llevados a cabo de una manera accesible para el público que visita la exposición.
La gran dimensión del paso del Gran Poder hace idónea la elección de la sede de la Antigua Audiencia de Sevilla (Plaza de San Francisco, 1), actual sede de Cajasol, que es además un espacio de entidad patrimonial con una larga trayectoria expositiva y ubicado en el centro de la ciudad.
La exposición es una ocasión única para apreciar, sin elementos de iluminación, la maestría de la talla de la canastilla. Para centrar la mirada del espectador en ésta, se ha desprovisto al paso de los 8 guardabrisas y los 4 faroles con los que se ilumina a la imagen de Jesús del Gran Poder en la estación de penitencia de la Madrugada del Viernes Santo. Gracias a ello se ha podido recuperar la posición de los 4 ángeles de las esquinas como solían procesionar cuando el paso portaba candelabros de guardabrisas. Esta posición favorece los discursos artísticos, estéticos e iconográficos y un entendimiento del paso como un conjunto con la imagen del Gran Poder.
Con la realización de esta exposición temporal se continúa la trayectoria de actividades para la presentación a la sociedad de las intervenciones del IAPH, como la del Giraldillo en las Reales Atarazanas, la de bienes muebles del Salvador o la última sobre las tablas de Pedro de Campaña del retablo de Santa Ana, celebrada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
El coste de la restauración asciende a 137.580,32 euros IVA incluido, de los que 100.056,32 euros son aportados por la Hermandad y 37.524 euros por el IAPH. No obstante, el proyecto de intervención en el paso procesional del Gran Poder, bajo la denominación “PASO: Proyecto de Aplicación metodológica Sobre conservación de Obras patrimoniales singulares”, ha sido presentado por el IAPH -en tanto que Instituto de Investigación del Sistema Andaluz del Conocimiento- a la convocatoria de incentivos de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.
El seguimiento y validación del proyecto ha sido responsabilidad de una comisión mixta compuesta, de forma paritaria, por especialistas del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Gran Poder. Esta comisión ha ido tomando decisiones operativas (documentadas en actas) en relación a aquellas cuestiones suscitadas durante la actuación.
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