viernes, 20 de enero de 2012

El alcalde Zoido puede anular la licencia de la Torre Pelli

El diario ABC de Sevilla, en su página web, publica una amplia información sobre el problema de la Torre Pelli, que Cajasol levanta en terrenos de La Cartuja:


Kishore Rao, director del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco, dirigió el pasado 9 de enero una carta al embajador de España en la Unesco, Ion de la Riva Guzmán, recomendando la paralización de las obras del rascacielos que Cajasol construye en la Cartuja porque tiene «un impacto excesivo e indudablemente negativo» sobre el territorio y sobre la percepción de los tres monumentos Patrimonio de la Humanidad situados en la capital: La Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias. Unesco suscribe así las conclusiones y recomendaciones recogidas en el informe de 33 páginas elaborado por los arquitectos José Aguilar y Elvira Petroncelli, miembros de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), que visitaron Sevilla en noviembre pasado invitados por las autoridades. El informe, conocido ayer, recomienda «a las autoridades locales que busquen fórmulas para parar la construcción y revisar el proyecto». Tras el contundente mensaje, que lleva implícita la amenaza de excluir a los monumentos de Sevilla del listado de patrimonio de la Humanidad, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ordenó a Urbanismo que estudie la suspensión de la licencia de construcción en lo que respecta al rascacielos, extremo que hoy confirmará el delegado Maximiliano Vilches. Esto conllevará la paralización de las obras de la estructura de la torre que ha alcanzado la planta dieciséis, algo más de un tercio de la altura total del proyecto de 178 metros en la Isla de la Cartuja.
La Torre ya tiene 16 plantas ejecutadas, a un ritmo de una cada diez díasCuando los arquitectos de la delegación de Icomos visitaron Sevilla el pasado noviembre se habían construido 10 de las 43 plantas que tendrá el rascacielos. La Torre Pelli ya tiene hoy 16 ejecutadas, a un ritmo de construcción de una cada diez días. Los expertos de Icomos se reunieron entonces con responsables del Estado, la Junta y el Ayuntamiento responsables de la conservación de esos monumentos, así como con promotores, representantes de Icomos España y algunas asociaciones, como la Plataforma Túmbala. José Aguiar, uno de los redactores, declaró ayer a ABC que el informe fue realizado en un tiempo récord y quince días después de la visita fue entregado a la Unesco «porque el alcalde nos pidió celeridad con el fin de tomar una decisión al respecto», decisión que hoy hará pública. Y es que aunque el Centro de Patrimonio Mundial anunció que no adoptará ninguna decisión sobre la Torre Pelli hasta reunirse el próximo mes de junio en San Petesburgo (Rusia), el edificio tendría levantadas para entonces unas 25 plantas. El envío del informe al embajador de España volviendo a pedir la paralización de las obras tras su inspección supone ya un posicionamiento definitivo de la Unesco ante el proyecto.
Los expertos de Icomos comprobaron in situ que no se habían paralizado las obras, tal y como había pedido a España el Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco en dos ocasiones desde 2009. En sus reuniones con las autoridades —dice el informe— el Ayuntamiento se mostró dispuesto a «negociar, revisar y encontrar modificaciones y soluciones». En cuanto a Cajasol, Aguiar y Petroncelli manifestaron en su escrito que Cajasol les dijo que consideraban que el proyecto era legal y tenía sus licencias totalmente en regla, por lo que consideraron que era «totalmente inapropiado cambiar el diseño del rascacielos».
En la carta enviada por Unesco al embajador de España, a la que ha tenido acceso ABC, se requiere a España que encuentre el modo de paralizar la construcción del rascacielos y revisar el proyecto modificando sus perfiles en relación al impacto que pueda tener sobre el contexto histórico cercano y los tres monumentos patrimonio de la humanidad. Dado que el Centro de Patrimonio Mundial pide a España que reconsidere la altura del actual proyecto con el fin de evitar posibles efectos adversos sobre los «valores universales» del Alcázar, la Catedral y el Archivo de Indias, «Unesco requiere a las autoridades españolas que de forma inmediata paralicen los trabajos de construcción de la Torre Pelli y le informen sobre el estado actual del proyecto».
Afecta a la Giralda
«Hay ciertos ejes visuales donde la nueva torre cambiará dramáticamente la actual prominencia y significado de la Giralda», señala el informe que pone como ejemplo la modificación de la percepción en el eje del río convergiendo cerca del rascacielos o su relación entre los puntos más altos del territorio, como la Catedral, Cerro Blanco o el Cerro de Santa Brígida. En su opinión, «la prominencia volumétrica y vertical de la Catedral y el minarete de la Giralda han sido siempre una imagen característica, un referente poderoso» en la ciudad, de modo que si eso cambia «afectaremos o comprometeremos los principios sobre los valores universales de los tres monumentos patrimonio de la Humanidad». Para el portugués Aguilar y la italiana Petroncelli, «el diálogo entre los edificios y el lugar es esencial para Sevilla, define y estructura los valores de su patrimonio y sus repercusiones universales» en relación a otros lugares como el Puerto de Indias, las Atarazanas, la Torre del Oro, el Palacio de San Telmo...»
A juicio de estos expertos, la Torre Pelli «cambia la percepción de la Giralda, invirtiendo la relación entre la figura/fondo» y esa implicación será mucho mayor cerca de la Torre del Oro, problemas que —añaden— serán más importantes si Sevilla pretende ampliar la lista de monumentos patrimonio de la Humanidad. Como se recordará, España ya anunció en la reunión que mantuvo en Brasilia el Centro de Patrimonio Mundial de Brasilia su intención de que la Unesco declare patrimonio de la Humanidad la Torre del Oro, las Atarazanas y el Puerto de Indias.
Los expertos de Icomos entienden que el rascacielos de Cajasol, que tendrá una altura de 178 metros distribuida en 43 plantas, está localizado en un lugar particularmente sensible, entre «el conjunto de la Cartuja», el histórico barrio de Triana y el centro de Sevilla. Para Aguiar y Petroncelli, la fuerte verticalidad del edificio, junto con su conexión física con las áreas históricas y monumentos, amplifican el impacto del rascacielos de Cajasol. Icomos considera que «el impacto de la Torre Cajasol es sustancial dentro y fuera de los tres monumentos patrimonio de la Humanidad. El principal problema radica en la parcela que ocupa la torre. El sitio está rodeado por zonas históricas protegidas; el volumen y altitud propuesto para la nueva torre afecta a la percepción de la Catedral y se terminará perdiendo la indiscutida altura de la Giralda en el actual paisaje urbano».
Zona de amortiguación
El director del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco menciona en su carta al embajador que las leyes de Andalucía establecen que las zonas de protección urbanas de áreas históricas deben tener una zona de amortiguación de 50 metros, pero -a su juicio— ese espacio debería ampliarse para proteger a los edificios patrimonio de la Humanidad de las actuales presiones urbanas. La zona de amortiguación alrededor de los tres monumentos está incluida dentro del conjunto histórico, declarado por Real Decreto en 2009, y cubre muchos sectores.
«El decreto pide que se definan planes de especial protección, pero hasta el momento no existe un plan para el sector interior y los dos planes de otros sectores del conjunto están siendo aprobados», según Icomos, que entiende que para una correcta protección de los tres monumentos patrimonio de la Humanidad deberían completarse esos planes. Además, los expertos defienden la ampliación de las zonas de amortiguación de 50 metros donde el área relaciona los tres monumentos a través de paisajes dentro y alrededor de la ciudad (panoramas, perfiles de la ciudad, lugares significativos) y elementos intangibles (actividades, funciones simbólicas y culturales, prácticas culturales, tradiciones, memorias y referencias culturales que constituyen la sustancia de su valor histórico).
PGOU
Asimismo, los expertos comprobaron que el PGOU de 2006 autorizó 68.000 metros de edificación en la parcela donde se está construyendo el rascacielos de Cajasol, pero el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de la zona no dijo nada sobre el número de plantas permitidas en la nueva torre y sí sobre lo que supondría el proyecto para promocionar una arquitectura de calidad. «¡El período de alegaciones de ese PERI no tuvo contestación o propuestas específicas de cambio, así que fue aprobado!», subrayan con admiración los arquitectos que han redactado el informe para la Unesco.
Por otra parte, Icomos da un tirón de orejas al Gobierno español, la Junta y el Ayuntamiento de Sevilla por permitir este proyecto sin tener en cuenta las directrices del Centro de Patrimonio Mundial. «Nuevos planes y edificios que afectan de forma tangible e intangible a monumentos patrimonio de la Humanidad tienen que ser transmitidos a la Unesco antes de ser aprobados», señalan los expertos.
La licencia municipal de obras concedida a la Torre Pelli fue denunciada ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por varios urbanistas, abogados y arquitectos, como José García Tapial, Juan Carlos Aguilar, Ana Ávila y Ángel Tarancón, quienes esperan que el Alto Tribunal acelere la investigación ahora que la Unesco ha vuelto a pedir la paralización de las obras del rascacielos.
El futuro del proyecto queda por tanto en entredicho. Urbanismo permitirá continuar las obras en lo que respecta a los aparcamientos y la zona comercial prevista en la base, pero la torre diseñada por César Pelli en la Cartuja se paralizará hasta que se alcance una solución para que no afecte a los monumentos.

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