SEVILLA F. C. 1; GRANADA C. F., 2.- Sorpresa sorpresa. El Sevilla, que marcó dentro del primer minuto de juego, no fue capaz en los noventa y muchos minutos restantes de este choque rematar la faena. Pronto marcaron los blancos en el Sánchez Pizjuán y esto, al parecer, siempre genera peligro en el cuadro blanco, porque los jugadores se mentalizan de lo fácil que será la tarea a seguir. Pero, finalmente, lo que sucede es que pierden el ritmo trepidante y pasan a verlas venir con cierta comodidad. Y esto juega malas pasadas.
No jugó el Sevilla bien en el primer periodo. Ese tempranero gol de Manu del Moral, que llegó en rechace de Roberto, no dio alas a quien ha de consolidar la clasificación en los puestos europeos. Los hombres de Marcelino tuvieron excesivos desequilibrios y errores en el juego y fueron incapaces de doblegar al colista que casi quedó noqueado con ese tanto de Manu del Moral. Pero el Granada encajó bien este tanto en contra y se puso a pelear con bravura para aprovechar la suficiencia sevillista. Hasta Javi Varas tuvo que salvar un balón difícil en este periodo, porque los granadinos no se entregaban nunca. Mordían y luchaban con enorme espíritu de lucha para defender cualquier parte del terreno de juego.
El estadio de Nervión había registrado una gran entrada y el deficiente juego del Sevilla no estaba gustando nada. La afición, con sus gritos de aliento, pedía que el equipo de Marcelino marcara otro gol en el marco de Roberto para no estar con la soga al cuello con esa poca renta en el marcador.
En el segundo tiempo –Kanouté estuvo fatal en los primeros cuarenta y cinco minutos de partido y se quedó en la caseta--, el Sevilla se armó de algo más de valor para dominar la situación porque el Granada ya estaba siendo un equipo molesto, correoso y peligroso. Los blancos del Pizjuán lo intentaron con toda la furia del mundo. Especialmente, Navas, que fue un duro puñal por la banda derecha para abrir brecha en el área visitante y golpear letalmente. Pero surgió la figura de Roberto. El cancerbero granadino las paraba todas. Hasta tres veces seguidas, dentro del área, remataron los blancos al portal granadino. Y allí surgió siempre un acertado Roberto que forzaba el milagro del Granada en el Sánchez Pizjuán.
En este periodo, entre las ocasiones del Sevilla y los contragolpes del Granada, el partido fue un extraordinario espectáculo. Y a pesar de la insistencia de los hombres de Marcelino para poder lograr el tanto de la tranquilidad, al final llegaron los dos goles victoriosos del Granada, marcados perfectamente por Gueijo y Mikel Rico, que supieron adelantarse a sus defensores y meter el balón dentro de las redes de Javi Varas, que esta vez fue superado por los dos remates de los jugadores granadinos.
Sorpresa en el Sánchez Pizjuán. El Sevilla pierde el primer partido de la Liga. Había sido invicto hasta este choque con el colista. Ya avisó en la última jornada el Santander. Noche de “halloween” en Nervión. Las brujas y los vampiros transformaron el blanco panorama del Sevilla. Fue noche negra, noche de brujas, para un equipo que lleva en casa un empate y una derrota con los equipos que han sido dos colistas. De los seis últimos puntos en juego, el cuadro de Marcelino, que tiene excesivos altibajos en el juego, únicamente ha podido salvar uno. Y esto es alarmante para un equipo que aspira a estar en puestos de Champions.
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