Inaugurado en el Cristina el monumento a la Duquesa de Alba

Los Jardines del Cristina de nuestra ciudad se reabrieron este miércoles con el acto de inauguración del monumento a la Duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart. Una obra escultórica cedida a la ciudad por la Real Academia de Bellas Artes 'Santa Isabel de Hungría' de Sevilla.
La Duquesa de Alba estuvo acompañada de tres de sus hijos y el acto fue presidido por el alcalde en funciones, Alfredo Sánchez Monteseirín. También asistió el alcalde electo, Juan Ignacio Zoido, y numerosos personajes de la sociedad sevillana y amigos de la Duquesa tales como el torero Curro Romero y su esposa, Carmen Tello y los diseñadores Victorio&Luccino.
La Duquesa de Alba agradeció al alcalde esta "enorme distinción" por parte de "la ciudad más maravillosa del mundo", de la que aseguró haberse "enamorado desde el primer momento y este sentimiento no ha hecho sino crecer a lo largo del tiempo".
"Hay tantos rincones maravillosos que florecen por toda la ciudad... Sevilla es una gran familia a la que quiero y debo mucho", manifestó Cayetana, que además dijo que siente un "gran orgullo y una sincera alegría" porque la ciudad le haya dedicado este monumento.
La Duquesa de Alba resaltó su reconocimiento "al que hasta hace poco era alcalde, porque le debo muchísimas cosas" y agradeció la presencia del "nuevo alcalde". En esta línea, ha confiado en que "no se tiren más casas antiguas, porque Sevilla no hay más que una, es como Venecia".
El alcalde en funciones destacó importancia de la intervención que se ha realizado en los Jardines del Cristina, donde se ubica el monumento a Cayetana de Alba, que "forma parte de la apuesta decidida por hacer la ciudad más habitable".
"Sevilla te quiere y te retiene para siempre y quiere que estés siempre entre la Giralda y el Guadalquivir y rodeada de flores con aroma de azahar", afirmó Monteseirín, que además elogió la iniciativa de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla, en colaboración con la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), la Cámara de Comercio de Sevilla, la Fundación Cruzcampo y la Real Maestranza de Caballería.
Además, ha explicado que durante sus doce años como alcalde ha recibido en numerosas ocasiones cartas de la Duquesa, "en un sobre en el que solo pone Alba" en las que le ha estado haciendo llegar de su puño y letra "cuestiones diverso tipo para pedir que se resolviera o atendiera". Concretamente se ha referido a dos de estas cuestiones: su preocupación por la insolación de los caballos de los coches en la Plaza de San Francisco y por la conservación del patrimonio monumental de la ciudad".
"La arquitectura nueva de vanguardia que hemos construido se ha hecho sobre solares, no hemos tirado ningún palacio para hacerlo como pasaba en otra época", ha apuntado Monteseirín, quien ha puesto de manifiesto la faceta de "ciudadana activa" de Cayetana de Alba, a la que ha agradecido "su amor por Sevilla".
Las obras de recuperación integral de los Jardines del Cristina, con una inversión de 2,8 millones de euros sufragados por cargo al Plan 5.000, ha permitido la ampliación de su perímetro y la continuación de las obras de peatonalización emprendidas en el eje Plaza Nueva-Prado de San Sebastián. Este proyecto ha supuesto la integración de los jardines con el resto de la ciudad y la supresión total del tráfico rodado por el entorno.
En el acerado colindante al Hotel Alfonso XIII se ha recreado un fragmento de calzada romana, proyecto informado favorablemente por la Comisión de Patrimonio, con los restos que se conservan tras la excavación realizada en la construcción del aparcamiento subterráneo de Puerta de Jerez.
Otras de las medidas destacables es la ejecución de una pérgola sobre el espacio de la antigua calzada del nuevo Paseo del Cristina, en la que aún se está trabajando. Como remate de este paseo se ha ejecutado una fuente conmemorativa en homenaje a la Generación del 27.
La escultura en bronce de la Duquesa de Alba obra del artista Sebastián Santos Calero, de 2,8 metros y 400 kilos de peso, representa a una joven Cayetana ataviada con un típico mantón de manila. Se encontraba en la Casa de los Pinelo, sede de la Real Academia de las Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, hasta ser trasladada a su ubicación definitiva actual.