Es sorprendente cómo el candidato popular a la Alcaldía, Juan Ignacio Zoido, realiza y desarrolla su intensa e incansable campaña electoral por todos los rincones de la ciudad. Así lleva cerca de cuatro años. El actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de la ciudad ha sido el primer candidato a ocupar el puesto del primer edil de la Casa Consistorial en las próximas elecciones que ha pisado el suelo del Real de la Feria de Sevilla 2011. Antes de que se instalen los puestos de helados, algodones dulces, chucherías y agua fresquita, Zoido ha montado su chiringuito en la misma calzada, rodeado de casetas y con el fondo de la portada dedicada al V centenario de la primera circunnavegación de la Tierra.
Zoido ha ido, naturalmente, con sus palmeros. Le ha faltado al candidato del PP llevar un cuadro flamenco, el caballo o el enganche, que podría haber causa mucha sensación. No sé cuántos feriantes habría en este acto donde Zoido presentó una serie de planes e ideas para aumentar el número de casetas y reorganizar toda esta ciudad efímera de lonas y de papel.
Cuando los ediles responsables se han reunido con los grupos técnicos para que en la Feria de Sevilla 2011 no falte de ná y cuando este viernes, en el último pleno de la actual Corporación que preside Sánchez Monteseirín se someterá a aprobación un nuevo reglamento para el mejor desarrollo de este tradicional evento en el futuro inmediato, Zoido, con todos sus bártulos, carteles, planos, planes y atril, se pone a bailar por sevillanas cuando aún no se han puesto ni los farolillos venecianos que tanto ambiente le dan a las calles toreras del Real de Los Remedios.
La foto de Zoido con sus palmeros en una desambientada calle torera de la Feria hispalense ha sido la imagen más ridícula que se ha podido contemplar en muchos años.
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