miércoles, 27 de abril de 2011

Oliva Soto fue el único que ante los complicados toros de Alcurrucén hizo sonar la música en la Maestranza


* Crónica del periodista Fernando Gelán

Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla.
Miércoles, 27 de abril de 2011.
Cuarta corrida de abono.

FICHA:

Toros de la ganadería de Alcurrucén muy peligrosos, mansos, huidizos y poco aptos para la lidia.

* Oliva Soto, silencio tras aviso y saludos desde los medios.
* Rubén Pinar, silencio y silencio.
* Miguel Tendero, silencio y aplausos por ser breve en la faena.

El palco presidencial técnico de la corrida estrenó presidente, tras los últimos nombramientos realizados por los responsables de la Junta de Andalucía. Fernando Fernández-Figueroa ocupó el palco de la presidencia de la plaza. Aunque hubo algún que otro desbarajuste en algunos momentos de las lidias, llevo con rapidez el espectáculo taurino tal como iba de tostónico el festejo.
La plaza se cubrió algo más de sus tres terceras partes. Buena temperatura.

CRÓNICA DEL FESTEJO.-
El abono no falla. Aguanta carros y carretas. Calla cuando hay que callar, aplaude cuando hay que aplaudir y vuelve al día siguiente para mantener vivo el espectáculo taurino en Sevilla. Una Fiesta Nacional que merece que sea declarada Bien de Interés Cultural. Nuestra piel de toro, y eso que es “piel de toro”, siempre va al carro de otras latitudes. Francia, porque el sur es taurino al cien por cien, ha entendido que donde hay arte, pues hay cultura.
Los importante de todo este tinglado de la Fiesta Nacional es que se puedan superar corridas como las del pasado martes, con los toros inmanejables y mansos de Dolores Aguirre. Pero la afición sevillana aguanta y siempre pasa página en espera de que surja la revolución en el amarillo albero de la plaza de toros de la Real Maestranza.
Volvía en esta cuarta de abono de la temporada taurina en Sevilla el sevillano Oliva Soto, que dentro de un orden había dejado buenas sensaciones en su primera actuación del pasado lunes.
Había pues expectación para ver al torero de Camas y que también respondieran los toros de Alcurrucén, para que se animara algo el decaído cotarro. Pero no hubo tampoco fortuna en esta cuarta del abono maestrante y el público, una vez más, asistió al parto de la burra.
Es curioso si relacionamos los nombres de los seis toros con lo que estos morlacos desarrollaron sobre el dorado y amarillo albero de la plaza hispalense. El primero, de nombre “Valenciano”, fue para un apasionado Oliva Soto. Pero “Valenciano” estuvo más bien a la luna de Valencia. Toro huidizo, peligroso, tancrediano y malage. El camero lo intentó de todas formas, pero el mulo no daba su brazo a tercer. Oliva se fue a por la espada. Necesitó de dos descabellos y escuchó hasta un aviso de la presidencia.
El segundo toro, turno para Rubén Pinar, el nombre de la res era “Amistoso”, pero no quería amistad con nadie en el ruedo. El albaceteño intentó salir airoso del mal trance. Logró, al segundo intento, una efectiva estocada.
El tercer toro, que correspondía a Miguel Tendero, tenía de nombre Guitarra”. Pero no sonó para nada en el amplio escenario del Coso del Arenal. Un toro distraído, parado, corretón y mansurrón. Tendero necesitó de dos descabellos después de entrar a matar.
El cuarto toro, de nombre “Cariñoso” fue, tal vez, el menos malo de esta horrible película taurina. Volvía Oliva Soto a la carga. El toro de Alcurrucén, a base de la buena voluntad y de la entrega del camero aguantó lo que pudo las citas del camero. Oliva realizó algunas cositas adecuadas delante del bicharraco e hizo que la Banda de Tejera le acompañara en algunos momentos de la faena. Sobre todo, cuando hubo alguna ligazón. Sin embargo, el toro se rajó y no hubo continuidad para hacer más efectiva y vistoso este encuentro entre toro y torero. La faena fue breve porque “Cariñoso” ya no estaba para muchos mimos. Al menos, por unos minutos, Oliva Soto cortó la mala racha de la aburrida tarde. Mató con rapidez y fue aplaudido. El camero saludó desde los medios.
El quinto toro, el segundo del lote de Pinar, tenía de nombre “Afanes”. Pero tampoco estaba la res para demostrar su afán en el ruedo maestrante. Así que “Viti, Camino y Puerta…” Rubén Pinar mató de estocada y se aplaudió, al menos, la voluntad y el acierto ante el burro.
El sexto morlaco, para Miguel Tendero, llevaba el nombre de “Pianista”. Pero aquello no había quien le tocara ninguna pieza. Todo el toro desafinado, desafinado. El de Albacete se entregó para dejar algún buen sabor de boca, pero la res estaba para el arrastre. Tras pinchar a la primera, Tendero dio con la tecla y el toro se fue para el matadero.
Otra decepcionante corrida, cuarta del abono de la temporada. Se espera que en los próximos días lleguen las compensaciones a tanto tedio y tanto aburrimiento. La afición espera un cambio desesperadamente.

Para este jueves 28 de abril y con toros de Victorino Martín, la terna está compuesta por Juan José Padilla, Manuel Jesús “El Cid” y Salvador Cortés. ¡Que Dios reparta suerte!

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