jueves, 3 de marzo de 2011

FUERA DE JUEGO.- Un Betis con excesiva ansiedad solo pudo empatar a uno en Ponferrada


S. D. PONFERRADINA, 1; Real Betis, 1.- Poca renta alcanzó el Betis de Mel ante la Deportiva de en Ponferrada. Solo un empate a uno, y gracias. El colista hizo sufrir mucho y de forma contundente al cuadro verdiblanco, que le comió la ansiedad durante todo este trepidante partido. El gol tempranero de lo locales, obra de Saizar a los siete minutos, produjo mucho desasosiego a un Betis que pensaba que le podían ir las cosas más fáciles en este choque jugado en El Toralín. Pero tararí, que ti.

No se si hubo algo de confianza en el equipo bético por ser la Ponferradina el último de la fila, pero lo cierto fue que el cuadro de la Deportiva hizo sufrir a un Betis que no se cuadraba con equilibrio en el campo. El cuadro local puso siempre mucho mayor ímpetu y garra ante un Betis muy dubitativo y agarrotado en algunos momentos de la lucha sin cuartel sobre el terreno de juego.

Aguantó la Ponferradina cuarenta y cinco minutos con ese gol favorable marcado a los siete minutos de juego. Menos mal que Jorge Molina, con bastante puntería, igualó el marcador a los tres minutos de la segunda parte. Lo malo es que es verdad eso que dicen de que “segundas partes nunca son buenas”. El Betis no tuvo fortuna en este segundo periodo de juego para rematar el marcador. Es verdad que el cuadro leonés luchó lo indecible para mantener a raya a los hombres de Mel, que además metió a Emaná al final del primer tiempo para dar mayor empaque al equipo, porque no había en el cuadro de Heliópolis orden y concierto.

Pero el partido se fue atolondrando poco a poco. Los dos equipos, primero la Deportiva y posteriormente el Betis, se quedaron con diez hombres sobre el terreno de juego, por expulsión de Abraham por los locales e Iriney, después, por los verdiblancos.

No llegó a dominar por completo el equipo bético a pesar de la diferencia que hay entre ambos conjuntos. Su fútbol erta demadiado plano. Había demasiada ansiedad en el Betis, que además sufría de forma continua por la brava pelea de los locales, que nunca dejaron de batallar. Tampoco tuvo fortuna el Betis con el juez de la contienda, Hernández Hernández, que no vio una mano clara dentro del área de la Ponferradina, a tiro a puerta de Emaná, y, después, anulando un gol totalmente válido de Jorge Molina, por considerar el árbitro que se había apoyado en un defensa para el remate.

Así fue todo en este Toralín que te vi. El gozo del Betis, ante el colista de Segunda, en el pozo. Un punto es un punto, pero el cuadro que prepara Mel no se puede permitir estos “lujos”. Aún es larga la Liga en esta División, pero más vale tres pájaros en mano que dos volando. Esperemos que esto haya sido solamente un accidente y que la esperada consolidación de la mejoría bética se pueda desarrollar y comprobar en la próxima jornada.

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