EL SEVILLA, CLASIFICADO PARA LOS DIECISEISAVOS DE LA LIGA EUROPEA
Sevilla F.C., 2; Borussia de Dortmund, 2.- Sangre, sudor y lágrimas. Infarto total. Angustia hasta los últimos minutos. Pero el cuadro de Goyo Manzano, a base de corazón, entrega y superación le plantó cara a los alemanes, para lograr, al final de un duro choque en el que tuvo que aguantar estoicamente la rebelión de los rivales, mantener un resultado favorable para continuar soñando en esta Liga de Europa. Mágico 2-2 ante el Borussia en Nervión para seguir con los sueños futboleros.
Sorprendió el Borussia a los cuatro minutos de juego. El inesperado gol –made in Japan de Kagawa--, cayó como un jarro de agua fría en la numerosa afición que estaba en las gradas del Sánchez Pizjuán en una fría noche. Pero el Sevilla, que titubeó unos minutos, se rehizo del golpe y con mucho espíritu de lucha se puso a trabajar con enorme fe y excesiva ansiedad, con el fin de poder recuperar terreno en este vital partido.
Y resurgió ese Sevilla de corazón abierto y caliente, para quitarse de encima la presión de los alemanes y plantarse con garra y pundonor en el marco alemán. Romaric, Alexis y Kanouté tuvieron unas claras oportunidades para marcar, pero no hubo fortuna a la hora del remate final.
Sin embargo, el Sevilla mantuvo el orden y el dominio de la recia pelea, con ese mágico Kanouté que sabe resolver bien todas las papeletas cuando juega con sentido y sensibilidad. A los 30 minutos, una jugada preciosa del de Malí es rematada por Romaric tras varios rechaces. Así llegó el gol del empate. Con esta tanto, el Sevilla no se hizo conformista y siguió con su buen ritmo de entrega, garra y poderío. Y hubo recompensa porque el Borussia quedó algo tocado con esa igualada. A los 34 minutos, fue Kanouté quien pone un espectacular 2-1, cabeceando magistralmente un preciso centro de Perotti. ¡Sálvese quien pueda!
Hazaña sevillista. Ya se sabe por los males por los que atraviesa el Sevilla y sus últimas derrotas –cinco en las últimas confrontaciones--, pero con este 2-1 se disipaban las dudas. Por eso había otras caritas más alegres en las gradas del Sánchez Pizjuán.
Pero llegó el primer problema con la lesión de Kanouté, que se tuvo que retirar roto por el esfuerzo y la entrega. El segundo tiempo, sin el concurso del de Malí, que es letal en el área y fino coordinador de juego en la media punta, podría traer graves consecuencias para el equipo del Sevilla. Porque, además, en este segundo periodo, los alemanes fueron a por el partido. Al Borussia no les valía el empate. Tenía que ganar si o si. A los 4 minutos de esta segunda parte, Subotic colocó un balón fuera del alcance de Palop, en un saque de esquina, que puso las tablas en el marcador. ¡Mechacis!
Y a sufrir. El Sevilla se defendió con uñas y dientes. Retirado también Perotti, lesionado y físicamente tocado, Manzano mandó a los suyos a luchas contra todos los elementos, reforzando el centro del campo y la defensa y dejando en la vanguardia a Capel y a Fabiano –no tuvo su noche--, para coger las espaldas a los defensas del Borussia. Los alemanes lo intentaron por activa y por pasiva, pero el Sevilla fue muy ordenado y eficaz en encerrar bien todos los pasillos para que no llegaran con comodidad al área de Palop. La entrega del equipo sevillista fue total. Hubo sacrificio al ciento por cien, buscando en todo momento que los hombres del Borussia no estuvieran cómodos para organizar jugadas de ataque y que malograran todo el esfuerzo realizado por todos los hombres.
Y así se fueron consumiendo los minutos. El partido tuvo más de cinco minutos de alargue. Pero la batalla de los sevillistas, que se fundía con los cánticos de la grada, fue todo un bello espectáculo en el Sánchez Pizjuán. Y Sevilla, Sevilla y Sevilla... El club de Nervión está clasificado para la siguiente ronda de la Liga Europea. El Sevilla, de momento, está entre esos 16 clubes europeos que aspiran a ganar esta Copa en esta temporada 2010-2011. ¡Algo es algo! Ahora, de momento, a sorprender al Real Madrid en la Liga. ¿Por qué no?
(Foto: Web UEFA)
Sevilla F.C., 2; Borussia de Dortmund, 2.- Sangre, sudor y lágrimas. Infarto total. Angustia hasta los últimos minutos. Pero el cuadro de Goyo Manzano, a base de corazón, entrega y superación le plantó cara a los alemanes, para lograr, al final de un duro choque en el que tuvo que aguantar estoicamente la rebelión de los rivales, mantener un resultado favorable para continuar soñando en esta Liga de Europa. Mágico 2-2 ante el Borussia en Nervión para seguir con los sueños futboleros.
Sorprendió el Borussia a los cuatro minutos de juego. El inesperado gol –made in Japan de Kagawa--, cayó como un jarro de agua fría en la numerosa afición que estaba en las gradas del Sánchez Pizjuán en una fría noche. Pero el Sevilla, que titubeó unos minutos, se rehizo del golpe y con mucho espíritu de lucha se puso a trabajar con enorme fe y excesiva ansiedad, con el fin de poder recuperar terreno en este vital partido.
Y resurgió ese Sevilla de corazón abierto y caliente, para quitarse de encima la presión de los alemanes y plantarse con garra y pundonor en el marco alemán. Romaric, Alexis y Kanouté tuvieron unas claras oportunidades para marcar, pero no hubo fortuna a la hora del remate final.
Sin embargo, el Sevilla mantuvo el orden y el dominio de la recia pelea, con ese mágico Kanouté que sabe resolver bien todas las papeletas cuando juega con sentido y sensibilidad. A los 30 minutos, una jugada preciosa del de Malí es rematada por Romaric tras varios rechaces. Así llegó el gol del empate. Con esta tanto, el Sevilla no se hizo conformista y siguió con su buen ritmo de entrega, garra y poderío. Y hubo recompensa porque el Borussia quedó algo tocado con esa igualada. A los 34 minutos, fue Kanouté quien pone un espectacular 2-1, cabeceando magistralmente un preciso centro de Perotti. ¡Sálvese quien pueda!
Hazaña sevillista. Ya se sabe por los males por los que atraviesa el Sevilla y sus últimas derrotas –cinco en las últimas confrontaciones--, pero con este 2-1 se disipaban las dudas. Por eso había otras caritas más alegres en las gradas del Sánchez Pizjuán.
Pero llegó el primer problema con la lesión de Kanouté, que se tuvo que retirar roto por el esfuerzo y la entrega. El segundo tiempo, sin el concurso del de Malí, que es letal en el área y fino coordinador de juego en la media punta, podría traer graves consecuencias para el equipo del Sevilla. Porque, además, en este segundo periodo, los alemanes fueron a por el partido. Al Borussia no les valía el empate. Tenía que ganar si o si. A los 4 minutos de esta segunda parte, Subotic colocó un balón fuera del alcance de Palop, en un saque de esquina, que puso las tablas en el marcador. ¡Mechacis!
Y a sufrir. El Sevilla se defendió con uñas y dientes. Retirado también Perotti, lesionado y físicamente tocado, Manzano mandó a los suyos a luchas contra todos los elementos, reforzando el centro del campo y la defensa y dejando en la vanguardia a Capel y a Fabiano –no tuvo su noche--, para coger las espaldas a los defensas del Borussia. Los alemanes lo intentaron por activa y por pasiva, pero el Sevilla fue muy ordenado y eficaz en encerrar bien todos los pasillos para que no llegaran con comodidad al área de Palop. La entrega del equipo sevillista fue total. Hubo sacrificio al ciento por cien, buscando en todo momento que los hombres del Borussia no estuvieran cómodos para organizar jugadas de ataque y que malograran todo el esfuerzo realizado por todos los hombres.
Y así se fueron consumiendo los minutos. El partido tuvo más de cinco minutos de alargue. Pero la batalla de los sevillistas, que se fundía con los cánticos de la grada, fue todo un bello espectáculo en el Sánchez Pizjuán. Y Sevilla, Sevilla y Sevilla... El club de Nervión está clasificado para la siguiente ronda de la Liga Europea. El Sevilla, de momento, está entre esos 16 clubes europeos que aspiran a ganar esta Copa en esta temporada 2010-2011. ¡Algo es algo! Ahora, de momento, a sorprender al Real Madrid en la Liga. ¿Por qué no?
(Foto: Web UEFA)
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