FALTÓ ELEGANCIA Y TACTO COFRADIERO EN DESIGNAR LA IMAGEN PARA EL VÍA CRUCIS QUE PRESIDIRÁ SU SANTIDA EL PAPA
No sé si el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, confió en su asesor en el Consejo, para poder contar con la imagen del Cristo de las Tres Caídas, titular de la Hermandad de la Esperanza de Triana, para el solemne y espectacular Vía Crucis que se celebrará en Madrid con motivo de la visita de Benedicto XVI a España.
Todos los cofrades sabemos que las Cofradías son Iglesia, pero, además y según los Estatutos que se aprobaron en el Consejo de Hermandades en tiempos de José Carlos Campos Camacho, instituciones autónomas dentro de la Diócesis Hispalense.
Por todo ello, hay que decir también que faltó elegancia y tacto para designar una imagen de Sevilla para ese Congreso Mundial de Jóvenes que con la presencia de Su Santidad el Papa se celebrará en la capital madrileña en 2011. Para la Hermandad de la Esperanza de Triana, pese al coste de un traslado y todo el montaje que ello conlleva, estar presente en ese Vía Crucis hubiese sido muy importante. Era colaborar en un espectacular evento católico de orden internacional, con toda la proyección que tiene una convocatoria de estas dimensiones.
Faltó tacto y elegancia no ya sólo por parte de la Junta de Gobierno de la Esperanza de Triana, sino por parte de quienes no supieron comunicar e informar sobre la trascendencia de este acto. Pero se ha especulado tanto con la imagen que podía representar a Sevilla y su Semana Santa en esta Vía Crucis que iba a presidir Benedicto XVI, que muchos cofrades no tenían claro la magnitud de esta concentración de católicos, apoyados en esas imágenes representativas de las Semanas Santas de nuestros pueblos y ciudades.
Es muy posible que el asesor del Arzobispado en el Consejo de Hermandades, que, al parecer, ha sido quien movido todos los hilos para que una imagen de la Semana Santa de Sevilla formara parte en ese brillante y solemne Vía Crucis, no supo crear la suficiente expectativa para comprometer o bien a la Hermandad de la Esperanza de Triana --o a otra Cofradía--, para que hubiera estado dispuesta a colocar una de sus santas imágenes en Madrid.
Ha faltado también en todo este sorprendente lío algo más de serenidad y concentración. Estudiar desde Sevilla y con la organización qué otro pasaje de la Pasión de nuestra Semana Santa podría figurar en ese Vía Crucis. Creo que, por ejemplo, la imagen del Cristo Cautivo y Rescatado de la Hermandad del Polígono San Pablo, ha podido ser una excelente representación sevillana. Es escultura moderna de Álvarez Duarte, pero en ese acto de la juventud en Madrid habrá imágenes de otra población española realizada por un imaginero de principios del siglo XX, como Castillo Lastrucci.
Otra imagen de Sevilla que ha podido formar en ese Vía Crucis es el Cristo de los Cálices, de Martínez Montañés, que se encuentra en la Catedral de Sevilla. Una figura que formó parte en el Magno Santo Entierro de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Sevilla, su Semana Santa y sus Cofradías han podido estar magníficamente representadas en el Vía Crucis que presidirá el Papa el próximo año. Ha faltado intuición y perspectiva. Si el asesor de la Diócesis en el Consejo de Hermandades tiene un contacto más directo y profundo con el arzobispado madrileño, es casi seguro que varias imágenes podrían haber representado a Sevilla en ese acto de los jóvenes en Madrid. Si fallan las Hermandades, que son como son y no a todas les falla el tacto y la elegancia, monseñor Asenjo podría haber elegido al Cristo de los Cálices de la Catedral, cambiando únicamente el orden representativo de la estación del Vía Crucis. Si falla las Tres Caídas de Triana, está el Cristo Crucificado de Montañés. Siempre hay soluciones. Ha habido muchas vendas en los ojos. Y eso que la Fe mueve montañas. La Hermandades están para evangelizar. Nadie ha comprendido este principal objetivo porque ha habido excesivo egoísmo. FERNANDO GELÁN
Todos los cofrades sabemos que las Cofradías son Iglesia, pero, además y según los Estatutos que se aprobaron en el Consejo de Hermandades en tiempos de José Carlos Campos Camacho, instituciones autónomas dentro de la Diócesis Hispalense.
Por todo ello, hay que decir también que faltó elegancia y tacto para designar una imagen de Sevilla para ese Congreso Mundial de Jóvenes que con la presencia de Su Santidad el Papa se celebrará en la capital madrileña en 2011. Para la Hermandad de la Esperanza de Triana, pese al coste de un traslado y todo el montaje que ello conlleva, estar presente en ese Vía Crucis hubiese sido muy importante. Era colaborar en un espectacular evento católico de orden internacional, con toda la proyección que tiene una convocatoria de estas dimensiones.
Faltó tacto y elegancia no ya sólo por parte de la Junta de Gobierno de la Esperanza de Triana, sino por parte de quienes no supieron comunicar e informar sobre la trascendencia de este acto. Pero se ha especulado tanto con la imagen que podía representar a Sevilla y su Semana Santa en esta Vía Crucis que iba a presidir Benedicto XVI, que muchos cofrades no tenían claro la magnitud de esta concentración de católicos, apoyados en esas imágenes representativas de las Semanas Santas de nuestros pueblos y ciudades.
Es muy posible que el asesor del Arzobispado en el Consejo de Hermandades, que, al parecer, ha sido quien movido todos los hilos para que una imagen de la Semana Santa de Sevilla formara parte en ese brillante y solemne Vía Crucis, no supo crear la suficiente expectativa para comprometer o bien a la Hermandad de la Esperanza de Triana --o a otra Cofradía--, para que hubiera estado dispuesta a colocar una de sus santas imágenes en Madrid.
Ha faltado también en todo este sorprendente lío algo más de serenidad y concentración. Estudiar desde Sevilla y con la organización qué otro pasaje de la Pasión de nuestra Semana Santa podría figurar en ese Vía Crucis. Creo que, por ejemplo, la imagen del Cristo Cautivo y Rescatado de la Hermandad del Polígono San Pablo, ha podido ser una excelente representación sevillana. Es escultura moderna de Álvarez Duarte, pero en ese acto de la juventud en Madrid habrá imágenes de otra población española realizada por un imaginero de principios del siglo XX, como Castillo Lastrucci.
Otra imagen de Sevilla que ha podido formar en ese Vía Crucis es el Cristo de los Cálices, de Martínez Montañés, que se encuentra en la Catedral de Sevilla. Una figura que formó parte en el Magno Santo Entierro de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Sevilla, su Semana Santa y sus Cofradías han podido estar magníficamente representadas en el Vía Crucis que presidirá el Papa el próximo año. Ha faltado intuición y perspectiva. Si el asesor de la Diócesis en el Consejo de Hermandades tiene un contacto más directo y profundo con el arzobispado madrileño, es casi seguro que varias imágenes podrían haber representado a Sevilla en ese acto de los jóvenes en Madrid. Si fallan las Hermandades, que son como son y no a todas les falla el tacto y la elegancia, monseñor Asenjo podría haber elegido al Cristo de los Cálices de la Catedral, cambiando únicamente el orden representativo de la estación del Vía Crucis. Si falla las Tres Caídas de Triana, está el Cristo Crucificado de Montañés. Siempre hay soluciones. Ha habido muchas vendas en los ojos. Y eso que la Fe mueve montañas. La Hermandades están para evangelizar. Nadie ha comprendido este principal objetivo porque ha habido excesivo egoísmo. FERNANDO GELÁN
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