FÚTBOL.- Emaná, de penalti, pone al Betis en posición franca para luchar por el ascenso
Real Betis, 1; Real Sociedad, 0.-
Emaná, antes de marcharse para el Mundial, dejó las cosas muy atadas en el Betis para que se pueda luchar por el ascenso en los partidos que aún restan en esta Segunda División. El camerunés, que le tocó la lotería al tener que lanzar un máximo castigo, no dudó ni un momento y colocó ese 1-0 en el marcador de Heliópolis que hizo saltar júbilo a todas las gradas de Heliópolis. ¡Ay, madre, que tendrá el negro..! El internacional de Camerún cumplió con su deber y, además, a punto estuvo, en una falta directa de sorprender al meta de la Real para colocar un rotundo 2-0, pero se armó demasiado lío en el área.
Ha sido un partido trepidante. Sobre todo los primeros cuarenta y cinco minutos. Los jugadores de ambos equipo, en un derroche de entrega, pundonor, espíritu de lucha y fortaleza, fueron a por todas en este intenso choque. El peligro llegó por igual a las dos porterías. Quizás la Real Sociedad manejó con más serenidad el balón y barajó el juego con más contundencia en el área verdiblanca. Pero en el Betis no solo había un derroche de facultades, de casta y de garra, sino que todos a una, como en Fuenteovejuna, se dejaban la piel sobre la yerba ante una afición entregada y sorprendida por la espectacularidad del choque.
En la segunda parte y después de tanto desgaste físico, los dos equipos serenaron algo el arrollador ímpetu y la lucha a tumba abierta del primer periodo. Y comenzó un fútbol más táctico para buscar mayor rentabilidad al juego, a la presión y al remate. Se mantuvo en este segundo periodo la igualdad de oportunidades y de dominio del juego, hasta que llegó el penalti favorable a los béticos. Un defensor realista --el impetuoso Carlos Martínez--, le dio con el brazo al balón en un remate de Juande y el juez de la contienda señaló sin titubeos el punto del máximo castigo.
No lo pensó mucho Emaná. Confiado en todos sus facultades, remates y recursos, lanzó el balón de forma imparable desde los once metros. El Betis se ponía con ventaja –1-0--, y la afición en Heliópolis se volvía loca de satisfacción y de alegría por este magnífico resultado ante el líder de esta Segunda División. A partir de este tanto marcado por el camerunés, celebrado con baile y sombrero, el partido entró en un complicado rompecabezas futbolístico, saliendo más perjudicado el cuadro donostiarra.
La Real Sociedad, que se empleó con excesiva dureza en algunos lances del choque –parecía un partido de Primera por la historia de ambos clubes--, terminó jugando con nueve jugadores, por expulsión de dos jugadores --Carlos Martínez y Mikel--, que utilizaron el hacha de guerra para contener a los imparables jugadores verdiblancos.
Si el primer tiempo finalizó un minuto antes, con lógica protesta de Víctor Fernández, el segundo periodo se prolongó cinco minutos más. Así que la pelea fue aún más dura, más vibrante y más emocionante. Pero el Betis no se dejó sorprender y luchó con uñas y dientes para mantener esa mínima victoria y buscar hasta el último segundo remachar bien la faena.
Importante esta victoria del Betis frente al equipo realista. Se coloca el cuadro sevillano con 61 puntos, igualado al Hércules, que está tercero, y por delante del Cartagena, que también tiene los mismos guarismos. Prácticamente está el cuadro de Víctor Fernández en zona de ascenso. El Betis pone rumbo a Primera. Se aferra con garra y casta al ascenso.
El final de este partido fue entrañable, con la despedida de Emaná y el agradecimiento de los jugadores verdiblancos a toda la gran afición bética, que con su masiva asistencia apoyó de forma total al equipo. Es un enorme paso adelante. No está nada hecho aún, pero esta victoria, con las que tiene el Betis que amarrar hasta el final del torneo, puede ser vital para el ascenso a Primera.
Real Betis, 1; Real Sociedad, 0.-
Emaná, antes de marcharse para el Mundial, dejó las cosas muy atadas en el Betis para que se pueda luchar por el ascenso en los partidos que aún restan en esta Segunda División. El camerunés, que le tocó la lotería al tener que lanzar un máximo castigo, no dudó ni un momento y colocó ese 1-0 en el marcador de Heliópolis que hizo saltar júbilo a todas las gradas de Heliópolis. ¡Ay, madre, que tendrá el negro..! El internacional de Camerún cumplió con su deber y, además, a punto estuvo, en una falta directa de sorprender al meta de la Real para colocar un rotundo 2-0, pero se armó demasiado lío en el área.
Ha sido un partido trepidante. Sobre todo los primeros cuarenta y cinco minutos. Los jugadores de ambos equipo, en un derroche de entrega, pundonor, espíritu de lucha y fortaleza, fueron a por todas en este intenso choque. El peligro llegó por igual a las dos porterías. Quizás la Real Sociedad manejó con más serenidad el balón y barajó el juego con más contundencia en el área verdiblanca. Pero en el Betis no solo había un derroche de facultades, de casta y de garra, sino que todos a una, como en Fuenteovejuna, se dejaban la piel sobre la yerba ante una afición entregada y sorprendida por la espectacularidad del choque.
En la segunda parte y después de tanto desgaste físico, los dos equipos serenaron algo el arrollador ímpetu y la lucha a tumba abierta del primer periodo. Y comenzó un fútbol más táctico para buscar mayor rentabilidad al juego, a la presión y al remate. Se mantuvo en este segundo periodo la igualdad de oportunidades y de dominio del juego, hasta que llegó el penalti favorable a los béticos. Un defensor realista --el impetuoso Carlos Martínez--, le dio con el brazo al balón en un remate de Juande y el juez de la contienda señaló sin titubeos el punto del máximo castigo.
No lo pensó mucho Emaná. Confiado en todos sus facultades, remates y recursos, lanzó el balón de forma imparable desde los once metros. El Betis se ponía con ventaja –1-0--, y la afición en Heliópolis se volvía loca de satisfacción y de alegría por este magnífico resultado ante el líder de esta Segunda División. A partir de este tanto marcado por el camerunés, celebrado con baile y sombrero, el partido entró en un complicado rompecabezas futbolístico, saliendo más perjudicado el cuadro donostiarra.
La Real Sociedad, que se empleó con excesiva dureza en algunos lances del choque –parecía un partido de Primera por la historia de ambos clubes--, terminó jugando con nueve jugadores, por expulsión de dos jugadores --Carlos Martínez y Mikel--, que utilizaron el hacha de guerra para contener a los imparables jugadores verdiblancos.
Si el primer tiempo finalizó un minuto antes, con lógica protesta de Víctor Fernández, el segundo periodo se prolongó cinco minutos más. Así que la pelea fue aún más dura, más vibrante y más emocionante. Pero el Betis no se dejó sorprender y luchó con uñas y dientes para mantener esa mínima victoria y buscar hasta el último segundo remachar bien la faena.
Importante esta victoria del Betis frente al equipo realista. Se coloca el cuadro sevillano con 61 puntos, igualado al Hércules, que está tercero, y por delante del Cartagena, que también tiene los mismos guarismos. Prácticamente está el cuadro de Víctor Fernández en zona de ascenso. El Betis pone rumbo a Primera. Se aferra con garra y casta al ascenso.
El final de este partido fue entrañable, con la despedida de Emaná y el agradecimiento de los jugadores verdiblancos a toda la gran afición bética, que con su masiva asistencia apoyó de forma total al equipo. Es un enorme paso adelante. No está nada hecho aún, pero esta victoria, con las que tiene el Betis que amarrar hasta el final del torneo, puede ser vital para el ascenso a Primera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario