martes, 13 de abril de 2010

TOROS EN SEVILLA.- La desesperante tarde de los "Palharrastre" terminó en tragedia, con la cogida del mexicano Macías

TOROS EN SEVILLA.- Con toros de “Palharrastre” se produjo la grave cogida del mexicano Arturo Macías
REAL MAESTRANZA DE SEVILLA.- Sexta festejo de abono. Martes 13 de abril de 2010.
FICHA DE LA CORRIDA:
Se lidiaron seis impresentables e insufribles toros de Palha, con escaso juego, peligrosos, tardíos y con muchas complicaciones. Una petardada. Un ganado no digno para la Plaza de Toros de Sevilla.
Serafín Marín, silencio y ligerísimas palmas.
Arturo Macías, silencio tras aviso. El mexicano resultó cogido grave en el quinto. (Este toro fue matado por Serafín Marín).
Iván Fandiño, silencio y silencio.
Casi tres cuarto de plaza, en tarde de complicaciones atmosféricas al comienzo de la jornada taurina. El festejo comenzó diez minutos más tarde por el trabajo que desarrollaron más de 20 personas, para doblar la lona de protección del albero en tiempo de lluvias.
Presidió el festejo Gabriel Fernández Rey, con Alfredo Luzardo como asesor veterinario, y Luís Arenas, como asesor artístico.
El mexicano Arturo Macías fue corneado cuando lidia el quinto toro de la tarde y estaba ejecutando la faena de muleta. Fue atendido en la enfermería de la plaza de la Real Maestranza de herida por asta de toro en cara interna de tercio medio de muslo derecho que atraviesa sartorio y vasto interno, llegando hasta cara posterior de fémur en una extensión de 20 centímetros. Presenta otra trayectoria hacia arriba y afuera en una extensión de 10 centímetros sin lesionar paquete vascular. Pronóstico grave.
Crónica del periodista Fernando Gelán

Aburrimiento, decepción, hastío, indeferencia, sopor, abulia, abatimiento… Sí, eso fue el panorama en la sexta de abono de la temporada taurina en la plaza de toros de Sevilla, en este ciclo continuado al que siempre acude el aficionado, llueve o ventee, con la esperanza de contemplar un buen espectáculo.
Vaya tela marinera de ganado del portugués de Porto-Alto-Satarem. Toros “Palharrastre”. El “timo” del trile o del tocomocho. Y el público, paciente, aguantando más de dos horas un triste espectáculo taurino, porque en el cuidado albero no saltaron unas reses adecuadas para que los valerosos toreros, con más o menos arte, hicieran un buen y digno papel. Hasta eran feos los bichos, con más planta de pequeño bisonte que de ganado bravo con cuernos. Mejor hubiera sido un gallo de pelea.
Lo más lamentable de esta corrida fue la grave cogida del mexicano Arturo Macías, ya que siempre fue peligroso e imprevisible el ganado de “palharrastre”. Se dice que no hay quinto malo. Pero era martes 13 y la tarde taurina estaba gafada. “Rebordado”, un extraño toro de 540 kilos, llegó inquieto a la muleta del de Aguascalientes. El mexicano, con extraño traje de torear, quería agradar. Pero no basta el valor. Hay que ponerse delante del toro con inteligencia. Arturo Macías se descuidó y “Rebordado” hirió duramente al espada. Una cornada que remató, desgraciadamente, el desarrollo de una malísima tarde taurina. Y la culpa la tuvo un ganado complicadísimo para que los toreros pudieran ejecutar una lidia con más eficacia. En su primer toro, Arturo Macías se enfrentó a “Carrapato”, de 515, alargando con exceso la faena de muleta hasta escuchar un aviso.
Serafín Marín aportó poco en su lote. Voluntad y deseos. Se esperaba algo más del toro, pero “Peluquero, de 559, no estaba para hacer muchas permanentes. Sobre todo, porque el toro fue al caballo con fuerza y recibió buenos puyazos. Pero poco más pudo hacer el catalán –Toros, si; Cava, no--, con este depedrador. Tampoco se enganchó el de Montcada i Reixac en su segundo, llamado “Guerricheiro”, de 509. Serafín, además, alargó inútilmente la faena, que acabó desesperando a los aficionados. Cadaval, el de Los Morancos, que es el apoderado de este torero de la tierra que quiere abolir la fiesta, no tenía ganas ni de contar un chiste. No era tiempo para el humor.
Tampoco pudo aportar nada a la triste y larga jornada taurina Iván Fandiño. El de Orduña, que se presentaba en Sevilla al igual que el mexicano, está muy verde para empresas imposibles. Luchó para agradar, pero esta vez ni había toros ni toreros. Siempre queda el siguiente festejo. O que Oliva Soto vuelva y mate a la primera.

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