FÚTBOL.- Sin fútbol ganó el Sevilla al Osasuna para seguir buscando el tercer puesto de la Liga
Sevilla F.., 1; Osasuna, 0.-
Tiene un gran dilema el Sevilla actual. No genera fútbol ni juego vistoso y el público se aburre en las gradas. El club blanco es un equipo que arriesga poco, que sigue sin tener centrocampistas para generar juego vistoso y que únicamente cuenta con unos delanteros letales, que en un momento determinado, por sus acertadas pegadas, resuelven un partido.
Ya se sabe que Jiménez está muy cuestionado. Sobre todo, porque el equipo de Nervión no ofrece un juego continuado, dominador, coherente y equilibrado. Pero los números del de Arahal son tremendamente efectivos: Es finalista de la Copa del Rey; puede terminar el tercero en la Liga, y si la suerte le sigue acompañando al equipo, hasta es capaz de jugar la final de la Champions en el Bernabéu. Una cosa muy positiva tiene en su haber: El Sevilla sabe ser práctico.
Y aunque el fútbol del Sevilla es calamitoso, los resultados generales son de una rentabilidad espectacular y grandiosa. Así pues, aún jugando mal, los del Sánchez Pizjuán ganaron al Osasuna por la mínima, con un gol que marcó el brasileño Fabiano, en centro de Capel.
Casi ahí terminó el partido. Desde este tanto que le valió al Sevilla para sumar otros tres puntos sin convencer, el partido fue malo, aburrido, incoherente y disparatado. Los blancos intentaron aumentar su ventaja, pero sin orden ni concierto y, sobre todo, sin efectividad creativa y rematadora, a pesar de Kanouté, Fabiano, Navas, Capel, Negredo o el lucero del alba. El Osasuna, que en dos o tres ocasiones, cuando aún estaba el marcador con un cero a cero, inquietó varias veces a Palop, finalmente no fue un rival complicado ni un enemigo difícil. Se atascó mucho, cuando intento aminorar las distancias.
Tal vez lo más agradable de este partido, frío como el ambiente general, fue el recibimiento hecho a Palop, el héroe de Getafe. Como ya se sabe, el veterano portero, con sus acertadas intervenciones en el estadio de la localidad madrileña, fue pieza fundamental para esa clasificación del Sevilla en la final de la Copa de Su Majestad el Rey de España. El que no se conforma es que no sabe valorar otras cosas. El fútbol del Sevilla de Jiménez es horrible, pero es el único equipo español que juega en tres torneos: La Liga, La Copa --clasificado para la final--, y la Champions. ¡Olé Jiménez y el sobrero-amuleto de José María del Nido!
Sevilla F.., 1; Osasuna, 0.-
Tiene un gran dilema el Sevilla actual. No genera fútbol ni juego vistoso y el público se aburre en las gradas. El club blanco es un equipo que arriesga poco, que sigue sin tener centrocampistas para generar juego vistoso y que únicamente cuenta con unos delanteros letales, que en un momento determinado, por sus acertadas pegadas, resuelven un partido.
Ya se sabe que Jiménez está muy cuestionado. Sobre todo, porque el equipo de Nervión no ofrece un juego continuado, dominador, coherente y equilibrado. Pero los números del de Arahal son tremendamente efectivos: Es finalista de la Copa del Rey; puede terminar el tercero en la Liga, y si la suerte le sigue acompañando al equipo, hasta es capaz de jugar la final de la Champions en el Bernabéu. Una cosa muy positiva tiene en su haber: El Sevilla sabe ser práctico.
Y aunque el fútbol del Sevilla es calamitoso, los resultados generales son de una rentabilidad espectacular y grandiosa. Así pues, aún jugando mal, los del Sánchez Pizjuán ganaron al Osasuna por la mínima, con un gol que marcó el brasileño Fabiano, en centro de Capel.
Casi ahí terminó el partido. Desde este tanto que le valió al Sevilla para sumar otros tres puntos sin convencer, el partido fue malo, aburrido, incoherente y disparatado. Los blancos intentaron aumentar su ventaja, pero sin orden ni concierto y, sobre todo, sin efectividad creativa y rematadora, a pesar de Kanouté, Fabiano, Navas, Capel, Negredo o el lucero del alba. El Osasuna, que en dos o tres ocasiones, cuando aún estaba el marcador con un cero a cero, inquietó varias veces a Palop, finalmente no fue un rival complicado ni un enemigo difícil. Se atascó mucho, cuando intento aminorar las distancias.
Tal vez lo más agradable de este partido, frío como el ambiente general, fue el recibimiento hecho a Palop, el héroe de Getafe. Como ya se sabe, el veterano portero, con sus acertadas intervenciones en el estadio de la localidad madrileña, fue pieza fundamental para esa clasificación del Sevilla en la final de la Copa de Su Majestad el Rey de España. El que no se conforma es que no sabe valorar otras cosas. El fútbol del Sevilla de Jiménez es horrible, pero es el único equipo español que juega en tres torneos: La Liga, La Copa --clasificado para la final--, y la Champions. ¡Olé Jiménez y el sobrero-amuleto de José María del Nido!
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