FÚTBOL.- Golpe de mano del Sevilla en Mallorca para consolidar la clasificación Champions
Real Mallorca, 1; Sevilla F.C., 3.-
Ser o no ser, el mejor. Y este fue el Sevilla en Mallorca. ¡Vaya la ensaimada que le liaron los de Jiménez al once de Manzano! Todo fue recibir un gol local a los primeros minutos y el equipo de Nervión se puso no ya solo el mono de trabajo, sino el que desarrolla y fomenta unas ideas fijas, que era, sobre todo, ganar este partido. Era encuentro de mucho peso para esas aspiraciones a quedar tercero en la Liga de las Estrellas. Y el fútbol de corazón y de entrega que desarrollaron los hombres del discutido y polemizado Jiménez fue espectacular.
El Sevilla fue como cuando en el boxeo recibe el primer golpe. Se espabiló y arrolló a un Mallorca que tuvo excesivos fallos en defensa y en ataque. Y eso que el Sevilla estaba pensando más en el próximo partido de Champions, tomándose este choque con serenidad y aplomo, pero con todas las de la ley de dar el zamarreón.
Lo de Navas ya es algo excepcional. ¡Vaya lujo de extremo! Fue el mejor del Sevilla y del partido. Participó de forma increíble en todos los frentes y fue el autor del empate y del subidón de su equipo para machacar a un sorprendido y dubitativo Mallorca.
Es verdad que el Mallorca lo intento de todas formas. Pero siempre estaba Palop o una defensa que vuelve a brillar con luz propia, con una eficacia y una contundencia muy positiva.
Y tras el gol de Navas, de pícaro y rematador, llegaron dos nuevos tantos, obra de Drago, en una falta con fallo del portero, y de Perotti, en pase casi medido del extremo de Los Palacios. Si, si. A Los Palacios subí y a Los palacios bajé, como se dice en el Tenorio de Zorrilla, pero Navas subió, bajó, rebusco, apabulló, marcó y volvió a triunfar.
Lo negativo del choque en Mallorca, que consolida el Sevilla en la lucha por los puestos de Champions, fueron las expulsiones de Negredo –ya se pasa--, y de Zokora. Pero ese 1-3 tan contundente es fruto del espíritu de lucha del equipo, de la entrega y de la calidad técnica del Sevilla. Fue el equipo de los brillos de los primeros partidos de Liga, que tanto ilusionaba.
Parece ser, que el cuadro que prepara Jiménez ha cogido honda y que puede ser el resto del campeonato como coser y cantar un buen alirón, pom, pom.
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