FÚTBOL.- Copa del Rey: El Sevilla juega a medio gas para ganar a un animoso Atlético Ciudad de Lorquí
Atlético Ciudad de Lorquí, 2; Sevilla F.C., 4.- Poca historia tiene esta encuentro de los dieciséisavos de final de la Copa del Rey entre el club de Cartagena que entrena el ex sevillista Julián Rubio y el Sevilla de Manuel Jiménez. Curiosamente todos los goles del partido, los seis, se marcaron en los primeros 37 minutos de juego. En ese tiempo, el club de Nervión, con excesiva suficiencia en defensa, encajó dos espectaculares goles por parte del cuadro de Cartagonova. Dos zarpazos dados al club de Champions por chavales que juegan en un equipo de Segunda B, que además está metido en el pozo de esta tabla futbolera.
Es verdad que el Sevilla, técnicamente, es sobre el papel muy superior al Atlético Ciudad. Pero el cuadro que entrena el albaceteño, que jugo y entrenó a los blancos, marcaron muy bien el compás en ataque y armó sorprendente una revolución cuando realizaba maniobras de contragolpe. No jugó con complejos el cuadro de Julián Rubio frente al de Manolo Jiménez.
Primero marcó inesperadamente el Atlético Ciudad. La retaguardia sevillista cometía uno de sus numerosos errores. La parroquia local vibró con este tanto al equipo de Champions. Poco duró la alegría en la casa del pobre, porque Luís Fabiano, que regresó al equipo, resolvió en dos jugadas de picardía, pero aprovechando ingenuos errores defensivos locales y, sobre todo, del guardameta.
Parecía que con los tanto del “ O Fabuloso” estaba ta encarrilada la goleada. Pero el Atlético Ciudad fue una ajustada criada respondona y niveló el encuentro, colocando en el marcador de Catagonova un asombroso dos-dos.
La bronca de Jiménez a sus jugadores, al borde del banquillo, era espectacular. El de Arahal no entendía cómo su equipo estaba como ausente del campo. Menos mal que entre Navas y Capel arreglaron el desaguisado. Porque el Sevilla estaba dando una triste imagen de equipo grande que se desplazó a Cartagena a practicar un entrenamiento.
El Sevilla ha estado en el campo, en esta ida de la Copa del Rey, muy trastocado. Realizó un fútbol pobre, sin ofrecer en ningún momento armonía y dominio absoluto. La voluntad del cuadro de Rubio dejó sin concentración a los futbolistas del Sevilla, que únicamente salvaron en cuatro momentos estelares este primer choque de la eliminatoria.
La segunda parte fue mala de solemnidad. El Atlético Ciudad luchó con genio para evitar un resultado en contra más abultado, pero el cuadro de Nervión sesteó cuanto pudo, sin meterse de lleno en el choque.
Es verdad que un 2-4 es bastante determinante para ganar esta eliminatoria. Aún queda un segundo partido de vuelta, pero el Atlético Ciudad es un molesto rival que lucha a muerte. Hubo tantos errores y desgana en el Sevilla que muchos de sus jugadores llegaron a zanjar las acometidas locales con malos modos y faltas que, como en el caso de Lolo, debería haber visto la tarjeta roja. También el juez de la contienda favoreció al grande, no pitando un claro penalti dentro del área sevillista, por derribo a Nacho.
Es de suponer que el 10 de noviembre, en el partido de vuelta de esta Copa del Rey, el cuadro de Jiménez ofrezca una mejor imagen y un fútbol de mayor entidad.
Atlético Ciudad de Lorquí, 2; Sevilla F.C., 4.- Poca historia tiene esta encuentro de los dieciséisavos de final de la Copa del Rey entre el club de Cartagena que entrena el ex sevillista Julián Rubio y el Sevilla de Manuel Jiménez. Curiosamente todos los goles del partido, los seis, se marcaron en los primeros 37 minutos de juego. En ese tiempo, el club de Nervión, con excesiva suficiencia en defensa, encajó dos espectaculares goles por parte del cuadro de Cartagonova. Dos zarpazos dados al club de Champions por chavales que juegan en un equipo de Segunda B, que además está metido en el pozo de esta tabla futbolera.
Es verdad que el Sevilla, técnicamente, es sobre el papel muy superior al Atlético Ciudad. Pero el cuadro que entrena el albaceteño, que jugo y entrenó a los blancos, marcaron muy bien el compás en ataque y armó sorprendente una revolución cuando realizaba maniobras de contragolpe. No jugó con complejos el cuadro de Julián Rubio frente al de Manolo Jiménez.
Primero marcó inesperadamente el Atlético Ciudad. La retaguardia sevillista cometía uno de sus numerosos errores. La parroquia local vibró con este tanto al equipo de Champions. Poco duró la alegría en la casa del pobre, porque Luís Fabiano, que regresó al equipo, resolvió en dos jugadas de picardía, pero aprovechando ingenuos errores defensivos locales y, sobre todo, del guardameta.
Parecía que con los tanto del “ O Fabuloso” estaba ta encarrilada la goleada. Pero el Atlético Ciudad fue una ajustada criada respondona y niveló el encuentro, colocando en el marcador de Catagonova un asombroso dos-dos.
La bronca de Jiménez a sus jugadores, al borde del banquillo, era espectacular. El de Arahal no entendía cómo su equipo estaba como ausente del campo. Menos mal que entre Navas y Capel arreglaron el desaguisado. Porque el Sevilla estaba dando una triste imagen de equipo grande que se desplazó a Cartagena a practicar un entrenamiento.
El Sevilla ha estado en el campo, en esta ida de la Copa del Rey, muy trastocado. Realizó un fútbol pobre, sin ofrecer en ningún momento armonía y dominio absoluto. La voluntad del cuadro de Rubio dejó sin concentración a los futbolistas del Sevilla, que únicamente salvaron en cuatro momentos estelares este primer choque de la eliminatoria.
La segunda parte fue mala de solemnidad. El Atlético Ciudad luchó con genio para evitar un resultado en contra más abultado, pero el cuadro de Nervión sesteó cuanto pudo, sin meterse de lleno en el choque.
Es verdad que un 2-4 es bastante determinante para ganar esta eliminatoria. Aún queda un segundo partido de vuelta, pero el Atlético Ciudad es un molesto rival que lucha a muerte. Hubo tantos errores y desgana en el Sevilla que muchos de sus jugadores llegaron a zanjar las acometidas locales con malos modos y faltas que, como en el caso de Lolo, debería haber visto la tarjeta roja. También el juez de la contienda favoreció al grande, no pitando un claro penalti dentro del área sevillista, por derribo a Nacho.
Es de suponer que el 10 de noviembre, en el partido de vuelta de esta Copa del Rey, el cuadro de Jiménez ofrezca una mejor imagen y un fútbol de mayor entidad.
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