Aquí, en esta ciudad de viejas tradiciones, se va a construir una nueva torre que, dicen, será pura y futura maravilla.
Si, si, la ciudad se quiere modernizar. Y como aquí somos tan exageraos, empezamos por hacer un edificio mucho más alto que la Giralda, para que ésta quede ridiculizá...
Así que, aquí te Pelli, y te edifico un rascacielos. Rasca, rasca, que a lo mejor nos toca el cuponazo. Porque un metro cuadrado de esta torre inclinada de La Cartuja va a costar más que un niño tonto.
El barbero le preguntó: ¿Te corto las patillas? Y cómo voy a caminar, arma mía, con las rodillas...
¡Ay, esa oportuna ventana
de la Gran Casa sevillana,
donde lució intencionada
la enseña republicana...!
Por aquella ventanita de la calle de la Feria del padre Cué pasó la Macarena en los días de la pasión sevillana; y por el balcón del Madrid de la Pasionaria, en el 39, el no pasarán...
Así estamos siempre, en luchas con las banderas y las ideas. Zapatero se quedó sentado cuando en un desfile militar le pasó por delante la enseña de los Estados Unidos. Ahora, con Obama, se pone más firme y más tieso que un cabo furrier. Así que paso a paso, pasa el paso.
Aquí, en Sevilla, el tema Macarena, y no la canción que popularizó Los del Río, sigue provocando carnaza a la prensa. ¡Aaaay!
El jurado popular ha dado su veredicto en el caso de las facturas falsas del Distrito de la Macarena. José Pardo y José Marín han sido declarados culpables del lío de la trinca. Fue el Partido Andalucista, en 2004, quien levantó este sucio asunto. Cinco años después, los que están más sentenciados son los andalucistas. Ni se les ve y ni se les vota.
Reloj no marques las horas, porque voy a enloquecer... Así, como un Cartier, tendrá que funcionar el Metro de Sevilla, su primera línea, para que llegue el día de la inauguración oficial. Los barandas de la Junta de Andalucía han realizado un nuevo recorrido, por tramos, y las “trabajaderas” de este palio subterráneo que es el ferrocarril urbano está a puntito de estar a punto, para que el capataz iguale todos los costeros. Así, pues, paciencia, serenidad, que el reloj marcará la hora del comienzo del cha-ca-chá de este tren casero.
Del Nido dice que los jugadores irán a morir en San Mamés, en el choque de Liga y en esa vuelta de la Copa del Rey que está a escasos días de su celebración. ¡A mí la Legión! Lo importante es que no haya muchos cadáveres, porque Monchi se va a quedar sin lágrimas.
Chaparro, el trianero con guantes de lana, ha dicho que el calor de los vestuarios del Bernabéu influyó en el rendimiento del equipo bético, que recibió una goleada de escándalo. Me veo a Lopera comprando en Media Markt un buen aire acondicionado, para que el equipo no haga más el tonto.
Desde luego, a los jugadores del Liverpool, que ganó 0-1 en Champions a los madridistas, el caló, la caló, las calores y los calores del vestuario del estadio Bernabéu los puso a esas mil revoluciones que no pudieron superar los hombres de Juande.
FERNANDO GELÁN
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