Hace unos años entablé una amistad entrañable con el Profesor Titular de Historia Medieval de la Universidad de Sevilla, Don Manuel García Fernández, a quien tuve la oportunida
d de invitar a una de las conferencias que con motivo del cincuentenario de la parroquia de San Benito se organizó dentro de los actos conmemorativos. Al finalizar su magnífica y documentada disertación sobre la multisecular Historia del Monasterio, tuve la oportunidad de conocer a dos estudiosos de la vida monástica de la antigua abadía, Don Jorge Alberto Jordán Fernández y Don Francisco Javier Monclova González, quienes me facilitaron unas interesantísimas referencias publicadas en la revista “Isidorianun” y en la Histórica, Literaria y Artística, “Archivo Hispalense”. Pero mi interés se centraba en la recuperación del opúsculo sobre la “Fundación del Convento del Señor San Benito de la Ciudad de Sevilla” publicado por el Abad Mayor y licenciado Don Alonso Sánchez Gordillo en el primer tercio del siglo XVII, cuya copia certificada del original se encuentra en la Biblioteca Capitular Colombina depositada el día 9 de febrero de 1738 por Don Patricio Gutiérrez Bravo.
El pasado diciembre en el IX Simposio sobre Hermandades de Sevilla y su Provincia dirigido por el ilustre profesor de Historia, Don José Roda Peña, Don Manuel García Fernández, tuvo la delicadeza de invitarme a la presentación de la obra tan anhelada del Abad Gordillo en acto público celebrado en el salón de actos de la Fundación Cruzcampo, donde su director generosamente me entregó diploma de acreditación.
En el capítulo XIX del importante documento podemos leer lo siguiente: “El otro altar estaba dedicado a la Virgen Santísima María de Moncerrate, que también era frecuentado y estimado”.
Leyendo un documento del jesuita catalán Fidel Fita Colomé de 1891 sobre el “Segundo viaje de Cristóbal Colón a las Indias Occidentales” intuí una posibilidad de la devoción benedictina sevillana a la Virgen de Montserrat en la referencia que hace el autor a lo publicado por Ortiz de Zúñiga en “Anales de Sevilla”; dice así “La expedición se hizo a la vela el Miércoles 25 de Septiembre, llevando consigo por mandato de los Reyes a Fray Bernardo Boil, monje de San Benito, catalán, para atender en la conversión de los Indios; el cual juntó en Sevilla a varios miembros de su orden residentes en el Monasterio de Santo Domingo de Silos -actual San Benito- reuniendo en total a 12 eclesiásticos virtuosos, clérigos seculares que le ayudasen en aquel santo ministerio.”
La devoción benedictina a la Virgen de Montserrat pudo venir a Sevilla traida por frailes catalanes que tuvieron su residencia en este humilde pero culto Monasterio, entre ellos fray Pedro Boil, hermano de Bernardo, cuyo nombre pudo ser confundido por el cronista sevillano.
Como muy bien dijo el profesor García Fernández en las palabras de presentación, la historia del Monasterio de San Benito (1253-1835) está todavía por realizar porque hay algunos apuntes interesantísimos sobre fundaciones y permanencias de importantes cofradías sevillanas, entre ellas, la del Gran Poder y la Soledad de San Lorenzo.
MANUEL RODRÍGUEZ HIDALGO
d de invitar a una de las conferencias que con motivo del cincuentenario de la parroquia de San Benito se organizó dentro de los actos conmemorativos. Al finalizar su magnífica y documentada disertación sobre la multisecular Historia del Monasterio, tuve la oportunidad de conocer a dos estudiosos de la vida monástica de la antigua abadía, Don Jorge Alberto Jordán Fernández y Don Francisco Javier Monclova González, quienes me facilitaron unas interesantísimas referencias publicadas en la revista “Isidorianun” y en la Histórica, Literaria y Artística, “Archivo Hispalense”. Pero mi interés se centraba en la recuperación del opúsculo sobre la “Fundación del Convento del Señor San Benito de la Ciudad de Sevilla” publicado por el Abad Mayor y licenciado Don Alonso Sánchez Gordillo en el primer tercio del siglo XVII, cuya copia certificada del original se encuentra en la Biblioteca Capitular Colombina depositada el día 9 de febrero de 1738 por Don Patricio Gutiérrez Bravo.El pasado diciembre en el IX Simposio sobre Hermandades de Sevilla y su Provincia dirigido por el ilustre profesor de Historia, Don José Roda Peña, Don Manuel García Fernández, tuvo la delicadeza de invitarme a la presentación de la obra tan anhelada del Abad Gordillo en acto público celebrado en el salón de actos de la Fundación Cruzcampo, donde su director generosamente me entregó diploma de acreditación.
En el capítulo XIX del importante documento podemos leer lo siguiente: “El otro altar estaba dedicado a la Virgen Santísima María de Moncerrate, que también era frecuentado y estimado”.
Leyendo un documento del jesuita catalán Fidel Fita Colomé de 1891 sobre el “Segundo viaje de Cristóbal Colón a las Indias Occidentales” intuí una posibilidad de la devoción benedictina sevillana a la Virgen de Montserrat en la referencia que hace el autor a lo publicado por Ortiz de Zúñiga en “Anales de Sevilla”; dice así “La expedición se hizo a la vela el Miércoles 25 de Septiembre, llevando consigo por mandato de los Reyes a Fray Bernardo Boil, monje de San Benito, catalán, para atender en la conversión de los Indios; el cual juntó en Sevilla a varios miembros de su orden residentes en el Monasterio de Santo Domingo de Silos -actual San Benito- reuniendo en total a 12 eclesiásticos virtuosos, clérigos seculares que le ayudasen en aquel santo ministerio.”
La devoción benedictina a la Virgen de Montserrat pudo venir a Sevilla traida por frailes catalanes que tuvieron su residencia en este humilde pero culto Monasterio, entre ellos fray Pedro Boil, hermano de Bernardo, cuyo nombre pudo ser confundido por el cronista sevillano.
Como muy bien dijo el profesor García Fernández en las palabras de presentación, la historia del Monasterio de San Benito (1253-1835) está todavía por realizar porque hay algunos apuntes interesantísimos sobre fundaciones y permanencias de importantes cofradías sevillanas, entre ellas, la del Gran Poder y la Soledad de San Lorenzo.
MANUEL RODRÍGUEZ HIDALGO
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