Escribe: Fernando Gelán
El Sevilla fue, sin duda alguna, el mejor en el terreno de los del Red Bull austriaco. Salvo esa inquietante media hora de juego, en el comienzo del partido, los hombres de Manolo Jiménez no pasaron mayores apuros. Intento el Salzburgo, de forma muy torpe e infantil, sorprender en esos treinta minutos a los de Nervión, Los austriacos buscaron afanosamente la meta de Palop para acortar la ventaja de los dos goles sevillistas del partido de ida en Sevilla. Pero los delanteros, a pesar de la constancia y su elogiable pundonor, no estaban finos ni atinados.
Pasado este tiempo de agobios para los españoles, el Sevilla se centró sobre el césped artificial del cuadro de Salzburgo y con calidad, dominio e ingenio empezó a tomar el mando y el control del choque de este primera eliminatoria de la larga ronda de la Copa de la UEFA. Ajustado en defensa el Sevilla, cuya retaguardia supo anular todos los intentos locales, el Sevilla tuvo en Jesús Navas y en Adriano, por las bandas, los caminos más fáciles para romper adecuadamente al enemigo. Fue una pena que con el bello y vistoso fútbol que desplegó Navas no tuviera acierto a la hora del remate. Sin embargo, Adriano por la izquierda era un fino estilete que hacía derribar una y otra vez el desequilibrado juego defensivo de los Red Bull.
De esta forma, jugando con sentido y cabeza, Kanouté marcó a los 37 minutos de juego el primer gol sevillista. El de Malí ponía la eliminatoria con un resultado difícil de superar. Un cero-tres fue una losa excesivamente pesada para el Salzburgo y el partido quedó ya casi sentenciado a favor de los sevillanos.
En la segunda parte, el control del cuadro que dirige el de Arahal fue contundente y positivo. El Salzburgo, herido de muerte, buscó el gol de honor sin ninguna fortuna. Todos los caminos estaban taponados. Por su parte, los de Nervión serenaron más su juego, apoyaron adecuado su fútbol, y sacó hasta ese claro penalti que se encargó de lanzar el mismo Kanouté para dejar en ese minuto 56 de juego un resultado imposible para los austriacos.
Aunque Navas se empeñó en rematar sus buenas y rápidas acciones por la banda, sin ninguna fortuna para enviar el cuero a las redes del portero Ochs –que evitó una abultada goleada--, por su parte, Adriano, estuvo acertado y efectivo por su lado izquierdo, enriqueciendo en todo momento el fútbol claramente ofensivo y peligroso del Sevilla.
Sólo hubo un claro dominador en este choque de la Copa de la UEFA. Gastó el Salzburgo toda su artillería en esa media hora primera, pero terminó, tras el primer gol de Kanouté, arrojando la toalla. El Sevilla, pues, llega por la puerta grande a la nueva ronda de este torneo, que con tantos grandes equipos será como una “Mini-Champions”.
ALINEACIONES Y GOLES:
Red Bull Salzburgo: Ochs; Bodnar, Sekagya, Opdam, Geraliu; Tchoyi, Janko, Kovac, Jezek, Zickler (Mahop) y Nelisse.
Sevilla FC: Palop; Crespo, Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Navas (Acosta), Duscher, Romaric, Adriano (De Mul); Renato y Kanouté (Chevantón).
Goles: 0-1, Min. 37, Kanouté; 0-2, Min. 56, Kanouté, de penalti.
El Sevilla fue, sin duda alguna, el mejor en el terreno de los del Red Bull austriaco. Salvo esa inquietante media hora de juego, en el comienzo del partido, los hombres de Manolo Jiménez no pasaron mayores apuros. Intento el Salzburgo, de forma muy torpe e infantil, sorprender en esos treinta minutos a los de Nervión, Los austriacos buscaron afanosamente la meta de Palop para acortar la ventaja de los dos goles sevillistas del partido de ida en Sevilla. Pero los delanteros, a pesar de la constancia y su elogiable pundonor, no estaban finos ni atinados.
Pasado este tiempo de agobios para los españoles, el Sevilla se centró sobre el césped artificial del cuadro de Salzburgo y con calidad, dominio e ingenio empezó a tomar el mando y el control del choque de este primera eliminatoria de la larga ronda de la Copa de la UEFA. Ajustado en defensa el Sevilla, cuya retaguardia supo anular todos los intentos locales, el Sevilla tuvo en Jesús Navas y en Adriano, por las bandas, los caminos más fáciles para romper adecuadamente al enemigo. Fue una pena que con el bello y vistoso fútbol que desplegó Navas no tuviera acierto a la hora del remate. Sin embargo, Adriano por la izquierda era un fino estilete que hacía derribar una y otra vez el desequilibrado juego defensivo de los Red Bull.
De esta forma, jugando con sentido y cabeza, Kanouté marcó a los 37 minutos de juego el primer gol sevillista. El de Malí ponía la eliminatoria con un resultado difícil de superar. Un cero-tres fue una losa excesivamente pesada para el Salzburgo y el partido quedó ya casi sentenciado a favor de los sevillanos.
En la segunda parte, el control del cuadro que dirige el de Arahal fue contundente y positivo. El Salzburgo, herido de muerte, buscó el gol de honor sin ninguna fortuna. Todos los caminos estaban taponados. Por su parte, los de Nervión serenaron más su juego, apoyaron adecuado su fútbol, y sacó hasta ese claro penalti que se encargó de lanzar el mismo Kanouté para dejar en ese minuto 56 de juego un resultado imposible para los austriacos.
Aunque Navas se empeñó en rematar sus buenas y rápidas acciones por la banda, sin ninguna fortuna para enviar el cuero a las redes del portero Ochs –que evitó una abultada goleada--, por su parte, Adriano, estuvo acertado y efectivo por su lado izquierdo, enriqueciendo en todo momento el fútbol claramente ofensivo y peligroso del Sevilla.
Sólo hubo un claro dominador en este choque de la Copa de la UEFA. Gastó el Salzburgo toda su artillería en esa media hora primera, pero terminó, tras el primer gol de Kanouté, arrojando la toalla. El Sevilla, pues, llega por la puerta grande a la nueva ronda de este torneo, que con tantos grandes equipos será como una “Mini-Champions”.
ALINEACIONES Y GOLES:
Red Bull Salzburgo: Ochs; Bodnar, Sekagya, Opdam, Geraliu; Tchoyi, Janko, Kovac, Jezek, Zickler (Mahop) y Nelisse.
Sevilla FC: Palop; Crespo, Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Navas (Acosta), Duscher, Romaric, Adriano (De Mul); Renato y Kanouté (Chevantón).
Goles: 0-1, Min. 37, Kanouté; 0-2, Min. 56, Kanouté, de penalti.
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