En las hermandades de gloria hay hueco para poder hacer los ensayos adecuados e ir creando el ambiente oportuno para dar el salto a la División de Honor de las cofradías de penitencia. No aceleremos este gran salto. Poquito a poquito, como se saben hacer las cosas en Sevilla, se logran buenas metas, buenos logros. Lo de Montesión, como el retraso 2008 de la Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo, enganchada en las luces navideñas de Felipe II, quedará como una anécdota y en la fría nota de la Hermandad en su página web, anunciado el cese del capataz, sin informar claramente de todo de lo ocurrido. Al menos, dar una explicación. Hay que hilar más fino para que las cosas se desarrollen serenamente y no se armen tantos líos. Al final quien sale perjudicada es la propia Hermandad de Montesión y todas las demás cofradías. Demasiados problemas caseros. Álvaro de Bazán.
martes, 15 de enero de 2008
PUERTA DE PALOS: Montesión no aclara el cese del capataz que ensayó con costaleras
Surge otra cuestión cofradiera. Èramos poco y parió la abuela. Ahora vuelve a resurgir el tema de las costaleras. La primera víctima ha sido el capataz de la Hermandad de Montesión, José García Monge. Ensayó con dos mujeres en las trabajaderas y la Junta de Gobierno ha desfenestrado al hombre del martillo que invitó, sin previo aviso a la Cofradía del Jueves Santo, a las jóvenes del costal. Arden las candelerías de Troya. Las costaleras están sorprendidas por el acuerdo tomado por Montesión y piden que el cardenal intervenga en este asunto, Si hay puertas abiertas para las nuevas hermandades de penitencia, por qué no pueden llevar un paso las mujeres, en una ciudad tan mariana y tan adelantada en el Dogma de María. Antiguamente portaban los pasos los estibadores del muelle de Nueva York o de las Delicias. es decir, los "cachalotes" del Puerto. Desde que Luís León formó la primera cuadrilla de cofrades para llevar la tumbilla de las Aguas del Salvador han pasado más de treinta años. El progreso es el progreso. Ya hay pregoneras y, desde hace tiempo, hermanas mayores, aunque tengan el mando en entidades de gloria. Pero estamos en tiempos de igualdad y fraternidad. Lo único que hay que pensar es que una Hermandad está abierta, como la Catedral a las de vísperas, a todo el mundo sin distinción de sexo. Alguna ayudita debería prestar el prelado hispalense. No sólo mujeres cofrades para la reunión mensual bajo la coordinación de algún capellán o canónigo. No sólo mujeres cofrades para sacar el paso del Niño Jesús de Praga. Eso sí: Habrá que analizar el físico de estas damas del costal para ver hasta dónde tienen valor y fuerzas para llevar un barco o un palio con todos sus avíos. Debajo de las trabajaderas hay que formar un equipo. Ir todos a una para que aquello no se le vaya al capataz de las manos en cualquier revirá, en cualquier subida apulso o en un paso de mudá.
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