Al acto acudieron más de doscientas personas, en las que se contaban artistas y empresarios locales, así como una nutrida representación de la Casa de Castilla y León de la ciudad.
Zamora cobró un especial protagonismo en la noche sevillana, ya que tanto el autor como el editor, y también escritor, Miguel Ángel Matellanes son hijos de zamoranos. Además la acción de la novela se inicia también en esta ciudad castellano leonesa, con el hallazgo a finales del siglo XVII de la escultura de un crucificado en la catedral que, rápidamente, se relaciona con la muerte de un herrador frente a la iglesia de San Claudio de Olivares.
Según destacó Matellanes, en realidad, son tres novelas en una: es una novela de intriga, es una novela histórica y es una novela de viajes, que atrapa de principio a fin.
Por su parte Félix G. Modroño agradeció a la Casa de Castilla y León en Sevilla el haberle ayudado a llegar hasta allí. El autor ganó en dos ocasiones el certamen de relatos cortos de la Casa. “Sin duda este hecho, me animó a escribir esta novela”.
Félix G. Modroño nació en Baracaldo y estudió Derecho en Salamanca donde compartió aulas con Félix Colsa y Alfonso F. Mañueco. Ha desarrollado su carrera profesional en el mundo de la banca. Hace algunos años publicó “Villalpando, paisajes y rincones” como homenaje a sus raíces. “La sangre de los crucificados” es su primera novela. Recientemente, el autor ganó uno de los premios anuales que convoca la Casa de Castilla y León en Sevilla.
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