El equipo de Sampaoli brilló de forma espectacular en el estadio gallego de Vigo. Todo salió redondo desde la salida de Iborra en la segunda parte, que marcó tres goles a un Celta que nunca lanzó la toalla ante la magia sevillista.
La escuadra que dirige Víctor Sánchez del Amo, con enorme afán de superación, logró una trabajada victoria ante el Athletic en el Villamarín. La fe en el cuadro verdiblanco movió montañas y Rubén Castro, en una espectacular jugada con Sarabia, fue el autor del único tanto del encuentro. Un gol de oro por todo el gran empeño puesto por el equipo bético para poder alcanzar tres puntos vitales y abrir el camino hacia la esperanza y huir de la quema.
EL HAC-TRICK DEL SEVILLA DEJÓ NOQUEADO AL CELTA EN BALAÍDOS
El Sevilla se enfrentó al Celta en Balaídos en el primer partido que los dos equipos sevillanos jugaron el domingo 11 de diciembre. En la primera parte de este choque en el estadio gallego ya hubo buenas sensaciones sevillistas ante el equipo de Eduardo Berizzo, que siempre estuvo luchando en el terreno de juego para poder controlar al cuadro de Sampaoli, que desde el primer momento montó un esquema muy adecuado.
El equipo gallego quiso sorprender en los primeros minutos a un Sevilla que estuvo siempre firme ante las acciones ofensivas del cuadro rival. Sergio Rico intervino de forma muy positiva en los remates de Jonny y de Iago Aspas. A partir de estas dos jugadas peligrosas del Celta, el Sevilla fue a por todas en Balaídos.
El acoso blanco --vestido de rojo esta vez--, fue constante y Ben Yedder y NZonzi tuvieron sus claras ocasiones de gol. Pero hubo algunos desajustes en la recta final del primer periodo y el Celta aprovechó las circunstancias para volver a intentar el asalto al poder. Iago Aspas tuvo una nueva ocasión al final del primer periodo, pero no remató la faena.
En la segunda parte, el gran protagonista fue Iborra. El capitán sevillista sustituyó a Pareja y con el cambio llegó la revolución sevillista. Iborra hizo un hac-trick. Marcó en el minuto 51 su primer gol al rematar un saque de esquina botado por Sarabia y logró el segúndo en el minuto 84, al rematar un balón que le puso en el área Vitolo. El Celta se descolocó con la eficacia y la audacia del Sevilla y el cuadro de Nervión fue amo y señor en Balaídos. En el minuto 90 le hicieron un penalti a Correa y los jugadores del Sevilla acordaron en unos segundos que fuera Iborra quien lanzara el máximo castigo. Y así fue. En el 90+1, el capitán del club sevillista marcó desde los once metros el tercer gol del partido. Iborra hizo este espectacular hac-trick para sumar tres puntos más y consolidar la tercera plaza del equipo en la Liga Santander y atornillar su clasificación en la Liga de Campeones.
RUBÉN CASTRO MARCÓ EL GOL DE LA DIFERENCIA EN EL BETIS-ATHLETIC
Betis y Athletic de Bilbao jugaron el último encuentro de la Liga Santander que se celebró en la jornada del domingo 11 de diciembre. Fue un partido vibrante porque los dos equipos lucharon a tumba abierta por los puntos en litigio. Pero el Real Betis hizo un trabajo más profundo para salir victorioso en esta lucha titánica. Y Rubén Castro, en el minuto 18, sacó petróleo en una acción ofensiva en la que participaron Sarabia y el goleador bético. Tuya y mía. Para mí y para ti. Y el gol. Castro, al recibir de Sarabia, batió a Kepa de un duro y habilidoso tiro. Un disparo imparable.
A partir de ahí todo era cuestión de saber si el Betis era capaz de amarrar el resultado y si el Athletic podía inquietar al cuadro verdiblanco para desequilibrar el marcador.
El quid de la cuestión estuvo de forma especial en el centro del campo. En el lugar donde se fabrica el juego. Y las máquinas funcionaron al ciento por ciento. Los hombres de Valverde intentaron controlar en esta zona del campo el juego y el balón. El equipo de Sánchez del Amo se fajó con eficacia y con un enorme afán de trabajo para evitar cualquier invento de los rojiblancos.
El Betis respondió al reto con eficacia. El equipo que ahora entrena Víctor Sánchez se hizo muy fuerte en defensa y su labor en el centro del campo fue muy meritoria. Dentro de la capacidad del cuadro bético y de su compromiso, el equipo llegó con posibilidades de aumentar la ventaja y superar algunos momentos de in certidumbres. Rubén Castro estuvo a punto del doblete en una jugada a la contra en el minuto 71, en la que intervino Jonas Martín. También en el minuto 83, Joaquín, el capitán que hizo una labor intensa, también pudo marcar. Pero la defensa del Athletic despejó la situación cuando se cantaba ese tanto del portuense. Asimismo, en el 87, Donk estuvo muy cerca de ese segundo tanto para amarrar bien el resultado final.
El Betis fue un equipo sólido y efectivo. Todos los hombres, comprometidos, hicieron un trabajo lleno de fuerza y de entrega. El equipo de Víctor Sánchez demostró que ha llegado la transformación y que la labor conjunta y solidaria es base fundamental para ir subiendo peldaños en la tabla clasificatoria de la Liga Santander.
FERNANDO GELÁN.-
En la segunda parte, el gran protagonista fue Iborra. El capitán sevillista sustituyó a Pareja y con el cambio llegó la revolución sevillista. Iborra hizo un hac-trick. Marcó en el minuto 51 su primer gol al rematar un saque de esquina botado por Sarabia y logró el segúndo en el minuto 84, al rematar un balón que le puso en el área Vitolo. El Celta se descolocó con la eficacia y la audacia del Sevilla y el cuadro de Nervión fue amo y señor en Balaídos. En el minuto 90 le hicieron un penalti a Correa y los jugadores del Sevilla acordaron en unos segundos que fuera Iborra quien lanzara el máximo castigo. Y así fue. En el 90+1, el capitán del club sevillista marcó desde los once metros el tercer gol del partido. Iborra hizo este espectacular hac-trick para sumar tres puntos más y consolidar la tercera plaza del equipo en la Liga Santander y atornillar su clasificación en la Liga de Campeones.
RUBÉN CASTRO MARCÓ EL GOL DE LA DIFERENCIA EN EL BETIS-ATHLETIC
Betis y Athletic de Bilbao jugaron el último encuentro de la Liga Santander que se celebró en la jornada del domingo 11 de diciembre. Fue un partido vibrante porque los dos equipos lucharon a tumba abierta por los puntos en litigio. Pero el Real Betis hizo un trabajo más profundo para salir victorioso en esta lucha titánica. Y Rubén Castro, en el minuto 18, sacó petróleo en una acción ofensiva en la que participaron Sarabia y el goleador bético. Tuya y mía. Para mí y para ti. Y el gol. Castro, al recibir de Sarabia, batió a Kepa de un duro y habilidoso tiro. Un disparo imparable.
A partir de ahí todo era cuestión de saber si el Betis era capaz de amarrar el resultado y si el Athletic podía inquietar al cuadro verdiblanco para desequilibrar el marcador.
El quid de la cuestión estuvo de forma especial en el centro del campo. En el lugar donde se fabrica el juego. Y las máquinas funcionaron al ciento por ciento. Los hombres de Valverde intentaron controlar en esta zona del campo el juego y el balón. El equipo de Sánchez del Amo se fajó con eficacia y con un enorme afán de trabajo para evitar cualquier invento de los rojiblancos.
El Betis respondió al reto con eficacia. El equipo que ahora entrena Víctor Sánchez se hizo muy fuerte en defensa y su labor en el centro del campo fue muy meritoria. Dentro de la capacidad del cuadro bético y de su compromiso, el equipo llegó con posibilidades de aumentar la ventaja y superar algunos momentos de in certidumbres. Rubén Castro estuvo a punto del doblete en una jugada a la contra en el minuto 71, en la que intervino Jonas Martín. También en el minuto 83, Joaquín, el capitán que hizo una labor intensa, también pudo marcar. Pero la defensa del Athletic despejó la situación cuando se cantaba ese tanto del portuense. Asimismo, en el 87, Donk estuvo muy cerca de ese segundo tanto para amarrar bien el resultado final.
El Betis fue un equipo sólido y efectivo. Todos los hombres, comprometidos, hicieron un trabajo lleno de fuerza y de entrega. El equipo de Víctor Sánchez demostró que ha llegado la transformación y que la labor conjunta y solidaria es base fundamental para ir subiendo peldaños en la tabla clasificatoria de la Liga Santander.
FERNANDO GELÁN.-
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