* El novillero venezolano dejó una grata impresión y cortó dos orejas en la tercera de feria
Jesús Enrique Colombo ha sido el triunfador de la tercera novillada de la Feria del Arroz de Calasparra al cortar dos orejas que le abrieron la Puerta Grande de La Caverina.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros de Calasparra. Tercera novillada de la XXVII Feria del Arroz.
Se lidiaron seis novillos toros de la ganadería de Peñajara, el primero como sobrero, de juego variado, destacaron tercero y cuarto.
* David Fernández, ovación tras aviso y ovación tras petición.
* Jesús Enrique Colombo, una oreja con fuerte petición de la segunda y dos vueltas al ruedo y una oreja.
* José Cabrera, silencio y silencio.
Menos de media entrada en tarde muy calurosa.
COMENTARIO:
David Fernández, triunfador del día anterior y sustituto de Leo Valadez por mérito propio, lidió en primer lugar un sombrero de Peñajara con el que puso mucha voluntad por agradar, aunque no encontró de su oponente la transmisión necesaria en una faena que fue bajando de intensidad hasta un final en el que el torero quiso animar con manoletinas. Mató de pinchazo y media en buen sitio, escuchó un aviso y saludó una ovación desde el tercio.
El cuarto tuvo más movilidad y David brindó al empresario Pedro Pérez 'Chicote' en agradecimiento a haber contado hoy con él. De nuevo se mostró entregado, mató de buena estocada y se le pidió el trofeo. Volvió a saludar desde el tercio.
El triunfador de la tarde fue el venezolano Jesús Enrique Colombo. Con mucha fuerza se le pidieron las dos orejas del segundo de la tarde, al que le realizó una faena de mucha pinturería y de torero valiente. Es torero banderillero que, con una preparada y vistosa puesta en escena, puso tres pares que gustaron a la concurrencia. En la muleta el de Peñajara, con un cabeceo incómodo, impidió templar en las primeras tandas al diestro, que quiso bajar la mano y con firmeza sacó muletazos estimables. La faena fue de más a menos, pero el público pidió las dos orejas que el presidente no concedió.
Otra oreja paseó Colombo del quinto, que le sirvió para salir por la puerta grande. De nuevo se lució en banderillas, especialmente en el último par citando rodillas en tierra. Destacó una buena serie de naturales en un faena en la que estuvo por encima del Peñajara que le cayó en suerte.
José Cabrera sorteó un novillo salinero, de bonita capa, bravo en los primeros tercios, en los que incluso llevó al suelo al caballo de picar. El de Almería, animoso, colocó cuatro pares de banderillas, el último al violín, en un tercio de mayor voluntad que brillantez. La faena no llegó a tomar vuelo y tuvo como correspondencia el silencio.
Ante el que cerró plaza, un utrero sin clase y complejo, Cabrera tampoco pudo lograr lucimiento. Mató de pinchazo y media y fue otra vez silenciado. (Fotos: Toromedia).
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