El próximo domingo, día 11 de septiembre, con ocasión del rosario de la aurora que volverá a llevar a la Santísima Virgen de los Dolores. titular de la Hermandad del Cerro, hasta el barrio del Porvenir en el XXV Aniversario de la estancia de los Sagrados Titulares en la querida feligresía de San Sebastián, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores estrenará un manto de terciopelo de algodón azul, bordado en plata con técnica de aplicación y ribeteado con blonda plateada.
La hermosa obra ha sido realizada y donada por Francisco Carrera Iglesias, el cual ha contado en su confección con la colaboración de Francisca Rosado Trigueros, hermanos de esta corporación cofradiera.
Para tan especial ocasión, la nueva pieza forma un espléndido conjunto con la saya azul con bordados en plata que fuera realizada gracias a la donación de un traje de torear de José Sánchez Sánchez Hipólito y estrenada en el rosario de la aurora de 1996, confeccionada igualmente por Francisco Carrera.
Para tan especial ocasión, la nueva pieza forma un espléndido conjunto con la saya azul con bordados en plata que fuera realizada gracias a la donación de un traje de torear de José Sánchez Sánchez Hipólito y estrenada en el rosario de la aurora de 1996, confeccionada igualmente por Francisco Carrera.
La citada saya es una de las dos que posee la Santísima Virgen de origen torero, siendo esta fruto de una donación de 1995 del mencionado torero, nacido en El Cerro del Águila. Sobre la misma, luce la Señora la medalla de oro de la Hermandad de la Paz, Hermana Mayor Honoraria de nuestra corporación.
Se completa el atavío de la Santísima Virgen con la corona de plata que, fruto de una cuestación popular, fuera realizada por los Hermanos Delgado López a principios de la década de los noventa; un valioso rosario de lapislázuli, donación de una devota y, sobre el tocado, el corazón con los siete puñales que realizara Joyería Ignacio en 1990.
Azul y plata para un rosario de la aurora en el que Nuestra Señora de los Dolores volverá a encontrarse con María Santísima de la Paz, bendiciendo de nuevo las calles del barrio que hace veinticinco años La acogiese junto a su Hijo en un Martes Santo para el recuerdo.
Se completa el atavío de la Santísima Virgen con la corona de plata que, fruto de una cuestación popular, fuera realizada por los Hermanos Delgado López a principios de la década de los noventa; un valioso rosario de lapislázuli, donación de una devota y, sobre el tocado, el corazón con los siete puñales que realizara Joyería Ignacio en 1990.
Azul y plata para un rosario de la aurora en el que Nuestra Señora de los Dolores volverá a encontrarse con María Santísima de la Paz, bendiciendo de nuevo las calles del barrio que hace veinticinco años La acogiese junto a su Hijo en un Martes Santo para el recuerdo.
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