lunes, 27 de mayo de 2013

Restaurado el Niño Jesús del Sagrario de la Catedral de Sevilla en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico


La Consejería de Cultura y Deporte ha presentado la conclusión de los trabajos de restauración de la imagen del Niño Jesús del Sagrario de la Catedral de Sevilla, obra del escultor Juan Martínez Montañés de 1606, cuya intervención realizada por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha permitido profundizar en su conocimiento material e histórico.
La imagen, titular de la Archicofradía Sacramental del Sagrario, padecía un mal estado de conservación general que justificaba la intervención con el objetivo de estabilizar los diferentes componentes materiales utilizados en su ejecución y devolver la unidad y cohesión al conjunto, eliminando las intervenciones anteriores que distorsionaban la percepción de la imagen y ofreciendo una correcta lectura formal.
La directora general de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas, Elia Maldonado, ha señalado que la imagen es "una de las mejores esculturas del Niño Jesús tras el Concilio de Trento, de gran relevancia para la imaginería barroca sevillana" y que, gracias al tratamiento de restauración, "ha recuperado todo su cromatismo".
Los trabajos se han centrado así en la conservación de la policromía, con la eliminación de los repintes aplicados en intervenciones anteriores, la retirada de los barnices degradados y la suciedad superficial. También se ha unido una de las borlas metálicas que estaba desprendida en la zona del cojín.
Para llevar a cabo este conjunto de intervenciones se ha realizado un amplio trabajo previo de investigación y de análisis científico-técnicos que han permitido ahondar en el conocimiento que se tenía sobre la obra. En 2010 el IAPH emitió un primer informe diagnóstico que ahora se ha completado con nuevos estudios.
La obra es una escultura de bulto redondo tallada en madera, salvo las manos y los antebrazos que están realizados en plomo en una actuación que lleva a cabo el pintor Pablo Legot 23 años después de ser ejecutada por Martínez Montañés. La imagen se encuentra policromada al óleo en las encarnaciones y cabellos, mientras que la peana está estofada al óleo y cincelada con motivos vegetales.
El examen de la policromía de la obra con iluminación ultravioleta, el estudio con lupa binocular y el análisis de capas pictóricas realizado en los laboratorios del IAPH han permitido conocer la existencia de varias policromías superpuestas. A esto se ha sumado una completa investigación histórica que ha estudiado e identificado los principales valores culturales de esta emblemática obra de la escultura barroca, que fija la versión definitiva de la iconografía andaluza del Niño Jesús Eucarístico.

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