sábado, 15 de marzo de 2008

SEMANA SANTA DE SEVILLA: Cincuenta y nueve Cofradías a la Catedral

Estaba el presidente del Consejo de Hermandades en Heliópolis. Y no porque jugara el Betis, sino porque la Cofradía de penitencia del Claret, la del Cristo de la Misión, iba a recorrer por primera vez con nazarenos todo Heliópolis y parte de la avenida de Reina Mercedes. Son más de ocho cofradías, contando esas agrupaciones con deseos de llegar a la madurez, las que forman parte de las vísperas de la Semana Santa sevillana. Ya hay nazarenos desde el Viernes de Dolores desparramados por los barrios de la ciudad. Forman un espectacular pórtico para los días grandes de la gran conmemoración.
Habrá salido el Sábado de Pasión el Sol por El Juncal y ya estará la Borriquita, este Domingo de Ramos, bajando la rampa del Salvador, después de cinco años ausente de la verita de Martínez Montañés. Se llenará la Plaza de niños con túnicas blancas de cola. El Salvador, este Domingo de Ramos, será un hervidero de cofrades y curiosos. Además de la restaurada Colegiata, estarán en sus pasos las imágenes de la Cofradía del Amor. Y allí estará Pasión y la Virgen de la Merced. Y la Virgen de las Aguas, que volverá a salir en la procesión fernandina del 30 de mayo, y la Virgen y el Simpecado del Rocío, que esperan las fiestas del Pentecostés.
Semana Santa en Sevilla. Mucha tela. Si el tiempo acompaña, hay cofradías pa un rato largo. No habrá avellanas verdes en este tiempo tan adelantado para la Pasión de Cristo. Las avellanas de Burgos estarán en la velá de la Señá Santana. Los “pavitos” son para la Navidad, pregonero. En Sevilla, en las Cofradías, lo que forma parte de muchos cortejos son pequeños monaguillos, niños acólitos, que enriquecen el futuro de las hermandades. El pavo pa las Pascuas de Adviento.
La Semana Santa de Sevilla no necesita de pregones. El solo hecho de saber que desde el Domingo de Ramos, con sus días de vísperas, hasta Santa Marina, todos los sevillanos sabemos dónde está el quid de la cuestión, Y aunque nos toque el tambor desde el atril del Maestranza, los que de verdaderamente redoblan son los tambores de los pequeños músicos de las Cigarreras.
Y con este espectacular paisaje elaborado con calidad por Sevilla entera, transcurrirán ocho días de gloriosa penitencia.
La Semana Santa de Sevilla es la ciudad entera. Ni los capataces, ni los costaleros, ni los artesanos ni los imagineros. La Semana Santa la hacen los que sacan las papeletas de sitio; los que se gastan sesenta mil antiguas pesetas en la Casa del Nazareno, de Matahacas, por una túnica de la Macarena. Los que forman en los tramos con los cirios o los que toman su cruz y siguen a Cristo. Más de cinco siglos de invento y todo creado por la imaginación y la entrega de los que nacieron en esta tierra de María Santísima. La Macarena es quien es por un barrio que la adora fielmente. No le hace falta a esta Esperanza ningún personaje más. Están sus cofrades. La trianera de Pureza es quien es por Triana entera. A su alrededor, los vecinos de ese arrabal. Los otros elementos son un accesorio que crea Sevilla para rendir homenaje perpetuo a estas Dolorosas. Quien piropea a las Vírgenes es Sevilla. El Gran Poder es el poder de Sevilla. Las colas que se forman cada viernes en San Lorenzo no se llenan ni de capataces ni de costaleros. Tampoco forman en estas filas muchos artesanos, orfebres, pregoneros o músicos. Es Sevilla entera, en colectividad universal, mujeres y hombres, pequeños y mayores son lo que ayudan a Cristo a llevar esa cruz de Pasión todo el año. Y la Pasión según Sevilla está ya en el Salvador. Con Cirineo o sin Cirineo. Pasión va solo en el paso de Cayetano González, pero a su alrededor, la ciudad entera como anómino Cirineo. No hace falta más.
Semana Santa en Sevilla según Sevilla. Esta es la auténtica realidad. Todas las gentes de los barrios, de los pueblos cercanos, con la Semana Santa de Sevilla. Algo tiene esto para que dure más de cinco siglos. Y no son ni los saeteros, ni los imagineros, ni los costaleros ni tampoco los músicos ni el Consejo de Hermandades. Sevilla por Sevilla. Ciudadanos y ciudadanas junto a sus Cristos y a sus Vírgenes. Bulla y silencio. La gente, el pueblo, es quien hace este anual milagro de respeto y de participación.

FERNANDO GELÁN

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