Casi 2 millones de personas mayores viven solas en España, según la Encuesta Continua de Hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE); de ellas, el 71,9% son mujeres. Además, 6 de cada 10 personas mayores que viven solas reconocen sentir soledad, según datos del estudio CIS-Imserso.
La mayor esperanza de vida de nuestra sociedad provoca además que aumente cada año significativamente el número de mujeres muy mayores, de 85-90 o más años, que viven solas. Así, casi la mitad de las mujeres con más de 85 años vive sola (el 41,3%).
En total son cerca de 800.000 mujeres mayores en España las que viven y se sienten solas. “Seguro que todos y cada uno de nosotros tenemos una cerca”, bajo esta idea la ONG Accem, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales lanza una campaña para sensibilizar a la población sobre la situación que viven estas mujeres.
Cerca de 300 relatos cortos se presentaron un relato al concurso de microrrelatos sobre la soledad en las mujeres mayores que lanzó la ONG. En la web www.accem.es/mayoressolas se recogen los mejores relatos en audio, escritos y video presentados al concurso.
* En https://www.youtube.com/watch?v=zby2CfCOH2E puede visualizarse el cortometraje que utiliza como guión el relato ganador del concurso.
La campaña incide en la feminización de la vejez: No solo hay diferencias biológicas y emocionales entre hombres y mujeres en el proceso de envejecimiento. Interfieren otras desigualdades derivadas del tipo de vida que se ha llevado, teniendo en cuenta condicionantes económicos, culturales y sociales.
Las mujeres mayores se ven afectadas de forma más acentuada por factores como la clase social, etnia, una educación tradicional con un desigual reparto de tareas en función del sexo, la asignación de roles y estereotipos de género, la falta de acceso a trabajo remunerado, su mayor vulnerabilidad a la pobreza o las dificultades de acceso a la educación. Esto provoca que las mujeres mayores sean uno de los colectivos más afectados por la desigualdad de género en la etapa más tardía de la vida. Su acceso a una vida de envejecimiento activo es más complicado y por lo tanto es más necesario si cabe impulsar acciones de sensibilización y empoderamiento hacia estas mujeres con necesidades de atención integral socio sanitaria.
Hay algunos elementos que influyen en el aumento de la soledad de nuestros mayores:
- Los cambios demográficos en la sociedad actual, como las bajas tasas de natalidad o el incremento de la esperanza de vida; también el trasvase de población del ámbito rural al urbano.
- Cambios sociales como el surgimiento de nuevos modelos familiares, la crisis en los sistemas de cuidados, la desprotección familiar y las dificultades para conciliar vida familiar y social.
- A medida que se está desarrollando un entorno más favorable para la interacción social con los avances tecnológicos, esta es más superficial, impersonal y se invierte menos tiempo.
La ausencia de lazos familiares y relaciones interpersonales, la soledad, origina en quien los sufre, daños físicos y psíquicos muy difíciles de remediar en solitario. Los investigadores admiten que la soledad desencadena respuestas en el cuerpo que hacen enfermar a las personas. La soledad no buscada es un problema de salud pública, como el tabaquismo o la obesidad, frente al que hay que desarrollar campañas de sensibilización para hacer consciente a la población de su existencia, darle una mayor visibilidad y diseñar iniciativas para combatirla.
No estamos hablando de personas que viven solas, sino de personas que se sienten solas. Hablamos de soledad cuando no es escogida y a la carencia de compañía se le suma el sentimiento subjetivo de no tener a nadie, de tristeza, de vacío.
Un problema que cada vez será mayor, si la población española está compuesta por un 24,9% de personas mayores, en 2064 alcanzará hasta un 38 %.
La soledad a cualquier edad, provoca mucho sufrimiento y exclusión social, con el tiempo se agudiza, pudiendo llevar al aislamiento social. En la mayoría de estos casos las personas mayores acabarán presentando un deterioro funcional, físico y de la salud en general.
Accem es una organización sin ánimo de lucro de ámbito estatal cuya misión es la defensa de los derechos fundamentales, la atención y el acompañamiento a las personas que se encuentran en situación y riesgo de exclusión social.
Estamos especializados en refugio y migraciones, En 35 provincias ofrecemos a estos colectivos servicios de acogida, asesoramiento jurídico, apoyo social y psicológico, clases de español y orientación laboral, trabajando por la integración y la autonomía de las personas inmigrantes y refugiadas. En 2017 atendimos a 11.447 personas refugiadas y tenemos 1.503 plazas de acogida en 33 provincias.
Además de personas migrantes y refugiadas, Accem trabajamos a favor de la inclusión de las personas y busca la igualdad de derechos, deberes y oportunidades de todas las personas con independencia de su origen, sexo, raza, religión, opiniones o grupo social: mayores en soledad, infancia y minorías étnicas, víctimas de redes de tráfico y trata…
La campaña incide en la feminización de la vejez: No solo hay diferencias biológicas y emocionales entre hombres y mujeres en el proceso de envejecimiento. Interfieren otras desigualdades derivadas del tipo de vida que se ha llevado, teniendo en cuenta condicionantes económicos, culturales y sociales.
Las mujeres mayores se ven afectadas de forma más acentuada por factores como la clase social, etnia, una educación tradicional con un desigual reparto de tareas en función del sexo, la asignación de roles y estereotipos de género, la falta de acceso a trabajo remunerado, su mayor vulnerabilidad a la pobreza o las dificultades de acceso a la educación. Esto provoca que las mujeres mayores sean uno de los colectivos más afectados por la desigualdad de género en la etapa más tardía de la vida. Su acceso a una vida de envejecimiento activo es más complicado y por lo tanto es más necesario si cabe impulsar acciones de sensibilización y empoderamiento hacia estas mujeres con necesidades de atención integral socio sanitaria.
Hay algunos elementos que influyen en el aumento de la soledad de nuestros mayores:
- Los cambios demográficos en la sociedad actual, como las bajas tasas de natalidad o el incremento de la esperanza de vida; también el trasvase de población del ámbito rural al urbano.
- Cambios sociales como el surgimiento de nuevos modelos familiares, la crisis en los sistemas de cuidados, la desprotección familiar y las dificultades para conciliar vida familiar y social.
- A medida que se está desarrollando un entorno más favorable para la interacción social con los avances tecnológicos, esta es más superficial, impersonal y se invierte menos tiempo.
La ausencia de lazos familiares y relaciones interpersonales, la soledad, origina en quien los sufre, daños físicos y psíquicos muy difíciles de remediar en solitario. Los investigadores admiten que la soledad desencadena respuestas en el cuerpo que hacen enfermar a las personas. La soledad no buscada es un problema de salud pública, como el tabaquismo o la obesidad, frente al que hay que desarrollar campañas de sensibilización para hacer consciente a la población de su existencia, darle una mayor visibilidad y diseñar iniciativas para combatirla.
No estamos hablando de personas que viven solas, sino de personas que se sienten solas. Hablamos de soledad cuando no es escogida y a la carencia de compañía se le suma el sentimiento subjetivo de no tener a nadie, de tristeza, de vacío.
Un problema que cada vez será mayor, si la población española está compuesta por un 24,9% de personas mayores, en 2064 alcanzará hasta un 38 %.
La soledad a cualquier edad, provoca mucho sufrimiento y exclusión social, con el tiempo se agudiza, pudiendo llevar al aislamiento social. En la mayoría de estos casos las personas mayores acabarán presentando un deterioro funcional, físico y de la salud en general.
Accem es una organización sin ánimo de lucro de ámbito estatal cuya misión es la defensa de los derechos fundamentales, la atención y el acompañamiento a las personas que se encuentran en situación y riesgo de exclusión social.
Estamos especializados en refugio y migraciones, En 35 provincias ofrecemos a estos colectivos servicios de acogida, asesoramiento jurídico, apoyo social y psicológico, clases de español y orientación laboral, trabajando por la integración y la autonomía de las personas inmigrantes y refugiadas. En 2017 atendimos a 11.447 personas refugiadas y tenemos 1.503 plazas de acogida en 33 provincias.
Además de personas migrantes y refugiadas, Accem trabajamos a favor de la inclusión de las personas y busca la igualdad de derechos, deberes y oportunidades de todas las personas con independencia de su origen, sexo, raza, religión, opiniones o grupo social: mayores en soledad, infancia y minorías étnicas, víctimas de redes de tráfico y trata…
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