No pudo ser. El Sevilla quería hacer una machada en el Camp Nou, pero el cuadro que ahora dirige Jorge Sampaoli llegó con muchas bajas. El argentino tuvo que improvisar un nuevo once con la idea, al menos, de tirar de orgullo y pasión para poder sorprender a los azulgranas. Pero el actual Sevilla, después de traspasar a un buen puñado de hombres estrellas, no está al cien por cien de capacidad con los nuevos fichajes y las bajas por lesión y sanción. Sampaoli tiene grandes problemas para poder construir un equipo que sea capaz de ofrecer una mejor imagen y no perdonar tanto. De momento, solo nos queda el recuerdo de Noruega. En aquel partido final de la Supercopa de Europa ante el Real Madrid, el Sevilla pudo dar un buen golpe. Pero cuando todo estaba muy a favor de los blancos de Nervión llegó el exsevillista Sergio Ramos para acabar con el cuadro de Sampaoli.
Ahora, con otro título en juego, la Supercopa de España, el Sevilla ha tenido escasas opciones ante el todopoderoso Barcelona de Messi y cía. El Sevilla, en esta Supercopa de España, fue un invitado “infiltrado” por la Real Federación Española de Fútbol. El Barcelona fue campeón de Liga y de la Copa del Rey en la pasada temporada y los de Nervión jugaron este trofeo por ser subcampeones de la Copa de España. Era, pues, una especie de regalo federativo para los blancos de Nervión este trofeo nacional. Pero el cuadro de Sampaoli no supo aprovechar esta ocasión extraordinaria porque el Barcelona dejó bien sentado que había sido el mejor en la Liga y en la Copa.
Ya en el partido de ida jugado en el Sánchez Pizjuán, el equipo que dirige Luis Enrique dejó casi sentenciado esta final de este torneo casero. El Barcelona marcó las diferencias ganando por los goles de Luis Suárez y Munir. Como la esperanza es lo último que se pierde, el técnico blanco, Jorge Sampaoli, y el director deportivo, Monchi --autor de toda la transformación actual del equipo de Nervión--, intentaron crear un ambiente lleno de ilusiones para la segunda oportunidad.
Pero el Sevilla en esta Supercopa de España no funcionó. En el encuentro de vuelta en el Camp Nou hubo demasiados errores técnicos y, sobre todo, escasas ideas y poca capacidad de reacción en los hombres que formaron esta vez en el equipo del Sánchez Pizjuán. La batalla que iba a presentar el cuadro de Nervión para, al menos, atosigar a los de Luis Enrique, fue nula. El Barcelona dominó de cabo a rabo todas las situaciones. Por su parte, el Sevilla apenas marcó a sus rivales con efectividad. Tampoco ejerció una buena presión en el ejercicio de sus funciones. A los 10 minutos de juego marcó su primer gol el Barcelona. A pase de Messi, Arda Turán colocó el 1-0 para los del Camp Nou. Este litigio copero ya se puso con un total de 3-0 --los dos goles marcados por los azulgranas en Nervión en la ida--, a favor del once de Luis Enrique.
El Sevilla, en el minuto 32 de juego, pudo empatar la contienda y, posiblemente, meterle el miedo en el cuerpo al Barcelona. Hubo una mano dentro del área del defensa Umtiti y el juez de la contienda, Hernández Hernández, señaló los once metros. Pero Iborra no lanzó un buen tiro desde los once metros y el balón fue a las manos de Bravo. Se le escapó al cuadro que dirige Sampaoli un golpe que pudo hacer daño.
Pero el Barcelona, dentro de su orden y concierto, supo aprovechar todas las ventajas que le proporcionaba el Sevilla. Y nada más empezar el segundo tiempo puso con otro gol tierra de por medio. A los 46 minutos de juego, aprovechando dudas de la defensa blanca al intentar despejar un balón en la zona del área sevillista, nuevamente Arda Turán, con picardía, supo batir a Sergio Rico. Fue el 2-0 para cerrar ya esta final y soñar con el trofeo de la Supercopa que tenía al alcance de sus acertadas botas. Hubo una ocasión de gol para el Sevilla en el minuto final de la primera parte, pero el autor del disparo, Mercado, lanzó el balón a la madera cuando Bravo estaba casi batido.
Y después del 2-0 llegó el tercero para los azulgranas en la segunda parte del choque. En el minuto 55 marcó de cabeza Messi a centro desde la banda del defensa Digne. Con lo bajito que es el delantero argentino superó a los desacertados defensores sevillistas para poner el cuero fuera del alcance de Sergio Rico. A pesar de que Sampaoli realizó algunos cambios en la fase final del partido --llegaron a jugar Franco Vázquez, Vitolo y Vietto para morir con dignidad en el Camp Nou--, poco pudo hacer el Sevilla para marcar, al menos, el gol del honor. Hubo un auténtico monólogo azulgrana. Y ese control y en ese claro dominio de la situación por parte del Barcelona, los aficionados locales se divirtieron de lo lindo con las fintas, las incursiones al área y los remates de Messi. El internacional argentino tuvo claras ocasiones de poner un marcador espectacular a favor del Barcelona. Y aunque por lesión de Mascherano el equipo de Luis Enrique se quedó con diez jugadores en el campo en el minuto 79 --ya había realizado los tres cambios--, el Sevilla, con superioridad numérica tampoco fue capaz de lograr ese tanto del honor.
Sampaoli estará deseando contar con la plantilla completa. Con los sancionados y con las bajas por lesión. El técnico del Sevilla tendrá que trabajar muy a fondo para que el equipo vuelva a dar la imagen de aquel soñado partido ante el Real Madrid en la Supercopa de Europa. Curiosamente --y causa sorpresa y muchas dudas--, el equipo de Nervión ha sido incapaz de lograr un gol en los dos partidos de la Supercopa de España. No ha marcado ni de penalti. El Barcelona se llevó el primer título nacional de la temporada 2016-17 por ese global de 5-0 --0-2 en Nervión y 3-0 en el Camp Nou--, que logró el cuadro azulgrana en este doble choque copero.
FERNANDO GELÁN
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