domingo, 8 de noviembre de 2015

EL PENALTI DE GELÁN.- Un Sevilla con garra, magia, juego efectivo y buen remate ofreció un espectacular recital en el Ramón Sánchez Pizjuán para ganar de forma brillante al Real Madrid (3-2)

Sevilla Fútbol Club y Real Madrid fue el plato fuerte de este domingo 8 de noviembre en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Los dos equipos blancos --el once del Bernabéu vistió en este choque de azul oscuro--, lidiaron sobre la yerba del coliseo de Nervión un partido que podía dar muchas cornadas a cualquiera de los litigantes. Este encuentro correspondiente a la undécima jornada de la Liga BBVA 2015-2016 finalizó con el resultado de tres a dos (3-2) a favor del equipo sevillista. Si en el comienzo del primer tiempo el Madrid estuvo dominando la situación para llegar con mucha peligrosidad al área local --marcó el exsevillista Sergio Ramos el 0-1 en el minuto 22--, cuando Immobile, en el 36, logró el gol del empate, fue el cuadro de Nervión quien ya gobernó plenamente todo el resto del partido. En la segunda parte, el equipo de Emery dio un recital de fútbol, de goles y de ocasiones para apabullar y golpear duramente al Real Madrid de Benítez. El Sevilla supo tender una buena tela de araña sobre la yerba y el equipo madridista fue incapaz, falto de ideas y de recursos, de superar la magia blanca. A los 61 minutos marcó Banega el 2-1, y en el 74, fue Llorente, que había sustituido a Immobile, quien remató con la cabeza un buen centro de Mariano para el 3-1. Los hombres de Benítez fueron incapaces de reaccionar ante la fortaleza, el genio y el buen ritmo marcado por el once sevillista. Ya en tiempo de prolongación, James, que había salido por Isco, maquilló el resultado para los de Benítez. Pero entre esos dos goles que el Sevilla marcó para poner el marcador en el 3-1 hubo numerosas ocasiones para derrotar más ampliamente a un Madrid totalmente rendido y hundido ante un Sevilla de lujo. 

EL MADRID SIEMPRE EN LA HISTORIA DEL CLUB SEVILLISTA
La historia, las grandes historias del club sevillista, están grabadas en la memoria, escritas en los buenos libros de oro o expuestas en la sala de trofeos de la entidad del Sánchez Pizjuán. En el siglo XX hubo numerosos duelos entre blancos y merengues cuando aún no se jugaba esta Liga de nuestros amores. Si nos remontamos a la temporada 1922-23 --hace ahora noventa y tres años--, el Sevilla inauguró esta campaña futbolística jugando los acostumbrados partidos frente al Real Madrid. En los dos encuentros disputados y celebrados en la capital hispalense, el equipo andaluz ganó a los madridistas por 4-0 y 6-3. En esa misma temporada se iniciaron los campeonatos entre selecciones regionales. La andaluza fue representada por el Sevilla. En el primer partido, el cuadro hispalense visitó a la selección de Levante y logró ganar por 2-1. Cuando regresaba a Sevilla, tras este partido regional, el club de la Giralda jugó contra el Madrid que representaba a la selección central. Los hombres que en aquella época formaron en el once del Sevilla, representando a la selección andaluza, fueron Larumbe; Sedeño, Herminio; Rey, Ocaña, Barragán; Escobar, “Kinké”, Gabriel, León y Brand. En aquella temporada y en el campeonato regional, el once del Sevilla ganó al Betis 6-1 en el primer partido y empató a uno en el segundo. Y la gran historia continúa.

GOLAZO DE IMMOBILE PARA LA GRAN ESPERANZA
Grande era el compromiso que tenía el Sevilla en este duelo titánico frente al Real Madrid. Era más que la prueba del algodón, porque es blanco y no engaña. Benítez quería darle el susto padre a los de Unai Emery, porque el equipo de Nervión aún no ha cogido el ritmo adecuado para estar siempre, y no en contadas ocasiones, a la altura de las circunstancias.
En el comienzo del primer tiempo fue el Madrid quien llevó el control del juego y la creación de numerosas oportunidades en el área sevillista para sorprender a Sergio Rico. A los 9 minutos, Cristiano, muy fallón todo el encuentro, tuvo una ocasión de marcar, pero no llegó a controlar el balón para meterlo en la portería del Sevilla. Un minuto más tarde, en el 10, fue Nacho quien estrelló un balón en la madera del marco de Sergio Rico cuando lanzó un duro zarpazo a la meta local. El acoso madridista fue total en estos primero tiempos de juego y los de Benítez lograron su fruto en el minuto 22. Lanzó un saque de esquina Kroos y Sergio Ramos, de chilena, mandó el balón al fondo de la portería de Sergio Rico. El exsevillista, que se lesionó en el hombro, colocó el 0-1 para el cuadro del Bernabéu. Ramos tuvo que ser sustituido por Varane porque no podía aguantar el dolor que sufrió al caer sobre la yerba cuando llevó a cabo el remate. Aunque el Madrid quiso mantener su buen ritmo, a partir de recibir este mazazo del gol del camero, el Sevilla cambió los esquemas. Adelantó líneas y todo comenzó a funcionar bien en el once de Nervión. A los 28 minutos ya tuvo su primera ocasión Tremoulinas. También Immobile, en el 34, estuvo a punto de sorprender a un inquieto Casilla, que siempre estuvo incómodo en el partido. La reacción del cuadro de Emery tuvo sus efectos. A los 36 minutos, en un saque de esquina botado por Banega sobre el portal de Casillas, Immobile aprovechó bien los fallos defensivos de la retaguardia visitante, para mandar y templar una pelota al fondo del marco del Madrid. Era el empate a uno. El enorme esfuerzo en esta recta final del primer periodo tuvo su enorme recompensa. Se espabiló bien el Sevilla con la igualada y su fútbol se hizo peligroso para los rivales. En el minuto 43, Modric evitó un remate de Tremoulinas cuando el balón ya iba hacia el marco de Casilla. El Madrid, con la transformación sevillista, comenzó a sentirse incómodo e incapacitado para responder en el duelo. El Sevilla se consolidó en defensa y además tuvo muchas agallas para crear importantes acciones a la contra con el buen trabajo de la retaguardia y de hombres comprometidos como Banega, Krychowiak, NZonzi, Vitolo, Immobile y Konoplyanka.

UNA SEGUNDA PARTE DE LUJO PARA LA VICTORIA DEL SEVILLA
Mantuvo su buen ritmo el Sevilla en la segunda parte. No se achicó lo más mínimo y dejó tieso a los madridistas cuando alguna vez intentaron crear acciones ofensivas. Se creció el cuadro de Emery con el empate y los titubeos del equipo de Benítez que amagaba, pero no daba. El Sevilla supo cerrar siempre bien todos los huecos para que los hombres del Madrid, vestidos de azul, encontraran mil y una dificultades. Al estar tan bien plantado el once de Nervión sobre la yerba, el Madrid intentó sorprender con tiros muy lejanos que siempre fueron controlados. Ante un equipo sin recursos, sin ideas y descompuesto, el Sevilla se hizo el amo y empezó el baile. En el minuto 61, en espectacular jugada de Konoplyanka e Immobile, permitió a Banega marcar un precioso gol para el 2-1. El tanto del argentino fue celebrado de forma vibrante y jubilosa en las gradas. El Sevilla no se conformó con este tanto de Banega. Y fue a por más con todas las de la ley. Además, el equipo de Nervión controlaba, dominaba y superaba siempre a un Madrid que poco a poco fue cayendo duramente derrotado en la pelea.
Emery hizo cambios en el minuto 69 y metió a Llorente por Immobile para dejar clara constancia de que la fiebre del gol estaba en la mente del técnico. Mariano, en el 71, estuvo a punto de sorprender a Casilla, pero Varane desvió el balón. El Sevilla se mantuvo firme y ambicioso y logró el 3-1 en el minuto 74. Mariano centró un balón al área madridista y Llorente, de cabeza, logró el tercer tanto sevillista. Pocos minutos después, Banega --que fue sustituido poco antes de esta jugada por Krohn-Dehli--, estuvo cerca del 4-1. Todo estaba bien controlado por un Sevilla totalmente agigantado y capacitado para esta gran hazaña deportiva. Los valientes guerreros blancos, para mantener su enorme autoridad en el juego y su dominio arrollador, hasta llevaron a cabo un atractivo y dominador rondo. Y en este juego de mantenimiento del balón, el cuadro de Emery hizo sufrir al Real Madrid. El último cambio que realizó el Sevilla fue el de Kolo por Andreolli, que había reforzado bien la línea defensiva. En el Sánchez Pizjuán, tras el Barcelona, caía otro de los grandes de la Liga Española. Fue impresionante el recital ofrecido por los sevillistas ante los impotentes e indolentes madridistas que, tras el 3-1, lanzaron la toalla. Desde este resultado sólo hubo un equipo en el terreno de juego y ese fue el Sevilla. 
Ya al final, en tiempo de prolongación, en el minuto 93, James, con un balón lanzado desde fuera del área, maquilló el resultado para dejarlo todo en el 3-2.
Ha sido una gran victoria del Sevilla. Un espectacular y brillante triunfo. Además, por la reacción, por el juego realizado, por la táctica, por el compromiso de todos sus hombres, el equipo del viejo Nervión fue justo vencedor de este duelo. Laurel para el gran triunfador y fiesta grande del sevillismo. Toda la afición espera que, tras el obligado parón de la Liga por los compromisos de las selección española, el Sevilla mantenga esta línea de altos vuelos deportivos. (Foto: Liga BBVA).

FERNANDO GELÁN

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