El alcalde, Juan Ignacio Zoido; el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo; la delegada de Cultura del Ayuntamiento sevillano, María del Mar Sánchez Estrella; el historiador, Vicente Lleó, y el fiscal de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Santiago León Domecq, han asistido este jueves a la presentación de la restaurada tabla "San Roque", de Hernando Esturnio, que ha sido restaurada en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). Esta obra estaba en la Iglesia del Convento de Santa Clara y en este templo se podrá contemplar la tabla hasta el próximo día 1 de marzo. Posteriormente, la obra será trasladada al Arzobispado de Sevilla y aquí estará hasta que se culminen las obras que se realizan en el citado convento.
La restauración de la tabla de San Roque ha tenido un coste de 36.000 euros y ha contado con las aportaciones de la Real Maestranza de Caballería, el Instituto de Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) y del propio IAPH.
EXPOSICIÓN DE LA TABLA DE SAN ROQUE EN SANTA CLARA
Tras esta presentación e inauguración de la tabla de San Roque, el Espacio Santa Clara acogerá durante el mes de febrero una pequeña exposición que gira en torno al proceso de restauración de la tabla de Hernando de Esturmio 'San Roque', originaria del propio convento y que ha sido restaurada en el IAPH durante el último año.
La figura de Hernando de Esturmio es capital para entender la evolución de la pintura sevillana en el transcurso del Gótico al Renacimiento, junto con el otro gran artista instalado en Sevilla en la misma época, Pedro de Campaña. Esturmio nace en Zierikzee (Holanda) hacia 1515 (se cumple este año su quinientos aniversario) y ya en 1537 está trabajando en Sevilla, donde realizará importantes obras como el retablo de los Evangelistas de la Catedral. La figura de San Roque alcanzó, según ha matizado el profesor Vicente Lleó, encargado de realizar el catálogo de la pieza, una gran devoción en la Europa medieval y moderna debido a la creencia de que sus milagros podían curar la peste, enfermedad muy extendida en aquella época. El propio santo, oriundo de Montpellier, contrajo esta enfermedad durante un viaje de peregrinación que realizó a Roma, retirándose a un bosque para no contagiar a nadie. Según narra la leyenda, una fuente manó junto al santo de forma milagrosa para saciar su sed, mientras que de su alimentación se ocupó un perro que cada día le traía una pieza de pan. Ambos elementos iconográficos aparecen en la obra de Esturmio, al igual que el bello ángel que sanó sus heridas.
La calidad de la pintura, tanto en lo referente a las figuras de San Roque y el ángel como en el paisaje, es extraordinaria. El trabajo realizado en los talleres del IAPH ha devuelto todo su esplendor a una pieza que presentaba multitud de patologías, tanto ataques de insectos como pérdidas de la capa pictórica o mala adhesión de ésta al soporte de madera.
ACCESO A LA TORRE DE DON FADRIQUE
Los visitantes que acudan hasta el 1 de marzo al convento de Santa Clara para ver la tabla de San Roque podrán acceder a las zonas que se han rehabilitado y acondicionado para poder visitar la Torre de don Fadrique. Una ocasión única para que el ciudadano tome los espacios culturales y los haga suyos.
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