domingo, 15 de junio de 2014

OPINIÓN.- El conteo cofradiero de la Semana Santa de Sevilla, por FERNANDO GELÁN

Hay que ver la que tienen liado unos cuantos “Kuentanazarenos” por mor de los tiempos de paso que el Consejo de Hermandades y Cofradías tiene asignados a las hermandades que han de cubrir el recorrido oficial desde la Campana hasta su salida de la Santa Iglesia Catedral en la Semana Santa de Sevilla. Si algunos de estos “Kuentanazarenos” miraran hacia el pasado podrían comprobar que no hay nada nuevo bajo el sol o las estrellas, según la hora que marque el reloj del patíbulo. En tiempos no muy lejanos había cofradías de las grandes e históricas que en la Madrugada corrían que se las pelaba por ciertas zonas del centro de la ciudad para llegar antes a la calle que le venía de perlas para seguir su recorrido penitencial, sin importarles el perjuicio que causaban a las demás de su día. Otras cofradías, también de las históricas, corrían a depositar la cruz de guía delante del palquillo, aunque los pasos estuvieran a varios kilómetros de la zona de control de entrada al itinerario oficial. La hermandad que estaba a punto de entrar en la carrera tenía que darle al freno para dar paso a la que se había atrasado, que superaba todos los obstáculos como si se tratara de ganar una maratón de los Juegos Olímpicos.

Mucho se está debatiendo y escribiendo sobre ese conteo de nazarenos y de las cofradías que con más nazarenos tienen más tiempo de paso por la carrera oficial, frente a otras que con menos penitentes tienen el privilegio de estar favorecidas para el horario de tránsito. Creo que se le está dando demasiada caña al presidente del Consejo, el bueno de Bourrellier, y a gran parte de la Junta Superior y de los delegados de cada día. Parece ser que lo más importante de la Semana Santa de Sevilla está ahora centrado en el conteo de nazarenos y en los minutos de tiempo que cada hermandad ha de tener para cubrir la carrera oficial. También se habla hasta de los cambios que hay que hacer en la Madrugada, cuando desde hace años la cuestión está centrada en la incorporación de la Hermandad del Calvario a esta jornada, en perjuicio de la Esperanza de Triana, que en cada Cabildo de Toma de Horas reclama su puesto en esta jornada.

Sin embargo, no se habla ni se escribe sobre religiosidad popular ni de todo lo que se representa cada día en las calles de la ciudad durante los solemnes días de la Semana del Dolor de Cristo y María. Al verdadero cofrade, al que siente la Semana Santa, lo que menos le importa es el número de nazarenos o el tiempo de paso de cada penitente. Mientras ello transcurre por la carrera oficial o por cualquier sector de la ciudad, el cofrade habla con los amigos hasta que llega el olor a incienso que anuncia el paso de los pasos. Eso es lo verdaderamente importante en la Semana de Pasión de Sevilla. Cristo en el Huerto, en la Sagrada Cena, ante Caifás, en el Beso de Judas, ante Pilatos, con la Cruz a cuestas, en sus Tres Caídas, Crucificado, Muerto, Descendido de la Cruz, en el Santo Entierro… Y detrás, su Madre, la Virgen Dolorosa, que se representa en Sevilla sin necesidad de conteo alguno. Ella está siempre ahí, junto a su Hijo, para Ella no hay tiempo de paso. Ella lo cubre todo. Creo que el Vía Crucis que se representa en los magníficos pasos de nuestra Semana Santa hace bastante tiempo que está firmemente ajustado en tiempo, número y hora.

FERNANDO GELÁN

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