EUROPA LEAGUE.-
Se disputó en el Estadio de Mestalla el encuentro de vuelta de la semifinal de la Europa League entre el Valencia Club de Fútbol y el Sevilla Fútbol Club. El encuentro finalizó con el resultado de tres a uno (3-1). Este resultado, en el global de la eliminatoria 3-3 y con el valor de los goles en campo contrario, ha dado la clasificación al cuadro de Nervión para jugar la final de Turín. El gol marcado por M´Bia en el tiempo de descuento –minuto 94 de partido--, obró el milagro para el Sevilla. Al Valencia, que remontó los goles encajados en Nervión en el encuentro de vuelto y que llegó a tener la eliminatoria a su favor con el tercer tanto marcado por Mathieu, para nada le sirvió su control, su dominio del encuentro y sus ocasiones ante Beto. No jugó el equipo de Emery un buen partido, porque hombres como Rakitic y Reyes estuvieron muy por debajo de sus cualidades técnicas. Sin embargo, el sevillano, en la primera parte, pudo reducir distancias en el marcador cuando remató una espuela de Bacca que Diego Alves salvó de forma sorprendente. Pero al Sevilla, que con el 3-0 en contra nunca lanzó la toalla y buscó con coraje y furia el gol salvador, encontró la fortuna con ese tanto en el descuento, por obra y gracia de M´Bia. La alegría de los jugadores, del cuadro técnico y de los miles de seguidores fue tremenda, porque con los tres goles marcados por los de Mestalla durante el tiempo reglamentario el ambiente era desolador. Pero con el gol del camerunés, un gol salvador, llegó la felicidad para el Sevilla y el sevillismo y el duro drama para los valencianos.
Turín era la meta. El Sevilla de Emery llegó a Mestalla con los dos goles de ventaja que marcaron M´Bia y Bacca en el encuentro de ida celebrado en Nervión. Era, por tanto, jugar con cierta ventaja, aunque el club blanco no podía nunca jamás dormirse en los laureles. En este partido trascendental no había que dar ninguna marcha atrás como pasó en San Mamés, ante el Athletic, en el torneo de la regularidad. El cuadro de Emery tenía que estar a las duras y a las maduras, porque el Valencia de Pizzi siempre es equipo de hazañas y proezas deportivas, como lo demostró ante el Basilea en los cuartos de final de este torneo europeo.
El equipo de Nervión salió al campo arropado por seis mil seguidores. Todos quisieron ser testigos directos de la clasificación para la final de la Europa League. Ante este reto, siempre fue prudente Emery, porque sabía que el rival era duro y difícil de controlar para poder lograr un resultado favorable y alcanzar la final. El Sevilla logró la victoria en dos finales europeas en esa histórica etapa de gloria del club de Nervión. Y no hay dos sin tres. Y llegó esa tercera final. Casi inesperada, porque M´Bia marcó en el descuento el gol que igualaba la eliminatoria, pero con la ventaja de marcar ese tanto en el campo contrario que vale por dos. Ese gran gol lo logró el Sevilla, a las bravas y con el tiempo marcando la tragedia. Pero el equipo de Emery supo reaccionar. No dio un balón por perdido y se lanzó al ataque desesperadamente para encontrar el premio al valor y la entrega.
El Valencia, tal como está en la Liga BBVA, solo podía estar en Europa con una victoria frente al Sevilla y ganando la final. Los de Pizzi se jugaban todo su futuro para estar el 14 de mayo en Turín. Hasta un cartel colgaba de los vestuarios del equipo valenciano que decía “No hay partido más importante en nuestras vidas que éste”. Con todo este protocolo furtbolero tuvo que enfrentarse el Sevilla de Emery a los de Pizzi. Y aunque el Valencia fue siempre un equipo con más poder y con más oportunidades --llegó a tener hasta el minuto 94 la clasificación para la final en sus manos--, el Sevilla con más arte y con más fortuna se llevó el gato al agua y jugará su tercera final europea.
VALENCIA CLUB DE FÚTBOL, 3; SEVILLA FÚTBOL CLUB, 1.
Aunque comenzó el primer tiempo de este partido de vuelta de la semifinal de la Europa League con remates de Rakitic y Bacca sin muchas consecuencias, fue el Valencia quien supo ajustarse más los machos, haciéndose el amor y señor de la situación en estos primeros cuarenta y cinco minutos del partido. El equipo de Emery no sabía cómo presionar a los rivales ni tampoco la forma de taponar huecos y cerrar las acciones ofensivas del equipo de Juan Antonio Pizzi. El desbartajuste del cuadro de Nervión, vestido de rojo en este choque, fue muy evidente. El caos sevillista era total ante el empuje y el genio que el Valencia estaba poniendo en esta pelea. El primer fruto de su dominio y del control de juego local llegó a los 14 minutos, cuando Feghouli sorprendió a Beto y marcó el 1-0. Con este tanto en contra, el Sevilla intentó cambiar de estilo y se organizó mejor para crear acciones ofensivas. Pero el Valencia apretaba y todos los esfuerzos sevillistas se centraban en la defensa, porque el centro del campo de los de Emery estaba desaparecido para poner orden y concierto. Rakitic no apareció en ningún momento en la organización y presión. Tampoco M´Bia cogía el ritmo del partido. Y Reyes no estaba fino en sus esperadas funciones de calidad y genio. El descontrol del Sevilla fue hábilmente aprovechado por el Valencia, marcando un segundo gol, obra de Jonás, que igualaba la eliminatoria en el minuto 26.
Se estaban torciendo las cosas para el equipo de Emery, que era superado en casi todas las líneas por el Valencia. Mucho sufrimiento en la escuadra de Nervión que no se enganchada al partido. Sin embargo, el Sevilla tuvo su gran oportunidad en esta primera parte, cuando Bacca, dentro del área, mandó hacia Reyes un balón de oro. El sevillano remató, pero Diego Alves, cuando se cantaba el gol, mandó el cuero a córner. La recta final de este primer tiempo fue trepidante. Se jugó a un ritmo titánico. El Valencia buscando otro gol y el Sevilla queriendo controlar el partido y el marcador.
La segunda parte, los cuarenta y cinco minutos del segundo tiempo, con su largo descuento incluido, fue de infarto. Aunque el Valencia salió con todas sus armas en juego, el partido se fue equilibrando y la pelea en el centro del campo fue mucha más dura y ajustada para cada equipo. El Sevilla llegó con más continuidad al área local, pero sin pegada ante Alves. El Valencia, con el deseo de controlar el juego y el partido, siempre buscó ese tercer gol para evitar la agonía de la prórroga y los penaltis. En esa lucha sin cuartel fue el cuadro de Pizzi quien estuvo más astuto a la hora de lograr algo más positivo. En el minuto 65, Mathieu logró el 3-0. El Valencia, con este tanto del defensa local, remontaba la eliminatoria y se clasificaba para la final de Turín. Hasta los minutos finales fue todo de alta tensión. Emery hizo cambios, sacando a Gameiro por Bacca y a Marko Marín por Reyes –al comienzo de este periodo ya saltó al campo Alberto Moreno por Fernando Navarro--, para poder armar la revolución y lograr el tanto salvador. Todo el Sevilla, en esta recta final del partido, a tumba abierta, mientras se iban consumiendo los minutos entre entradas duras, rifirrafes y algunas intencionadas pérdidas de tiempo por parte del bando valenciano.
Cuando todo parecía listo para sentencia, en el descuento, en el minuto 94, M´Bia remató de cabeza un balón que sacó largo Coke desde banda hacia el área local. Peinó Fazio y remató el camerunés para batir a Diego Alves con un testarazo genial. Era el gol del milagro. El gol del corazón y de la fe. El gol que clasificaba al Sevilla para la final de la Europa League. Y la fiesta fue grande en el terreno de juego y en las gradas donde se habían congregado seis mil seguidores del equipo blanco. Los jugadores del Valencia no podían creer que después de la gesta de la remontada todo se esfumara en el tiempo añadido, cuando ya acariciaban el viaje a Turín. Pero así es el fútbol. En Valencia, el Sevilla jugó a la ruleta de la suerte y encontró el gran premio. Los de Nervión jugarán por tercera vez la final de la Europa League. Apoteosis sevillista. "Si, si, si, no vamos a Turín". Emery, al final del partido, declaró: "Hoy han estado con nosotros los espíritus de Palop y Puerta".
FICHA TÉCNICA:
Alineaciones:
Valencia C.F.: Alves, Joao, Costa, Mathieu, Bernat; Keita, Parejo (Javi Fuego, minuto 78), Piatti (Fede, minuto 62), Feghouli; Vargas y Jonas (Barragán, minuto 85).
Sevilla F.C.: Beto, Coke, Fazio, Pareja, Fernando Navarro (Alberto Moreno, minuto 72); M´Bia, Carriço, Reyes (Marin, minuto 78), Rakitic, Vitolo y Bacca (Gameiro, minuto 66).
Goles:
1-0, minuto, 14: Feghouli; 2-0, minuto, 26: Jonas; 3-0, minuto, 65: Mathieu y 3-1, minuto, 94: M´Bia.
Árbitro:
El equipo de Nervión salió al campo arropado por seis mil seguidores. Todos quisieron ser testigos directos de la clasificación para la final de la Europa League. Ante este reto, siempre fue prudente Emery, porque sabía que el rival era duro y difícil de controlar para poder lograr un resultado favorable y alcanzar la final. El Sevilla logró la victoria en dos finales europeas en esa histórica etapa de gloria del club de Nervión. Y no hay dos sin tres. Y llegó esa tercera final. Casi inesperada, porque M´Bia marcó en el descuento el gol que igualaba la eliminatoria, pero con la ventaja de marcar ese tanto en el campo contrario que vale por dos. Ese gran gol lo logró el Sevilla, a las bravas y con el tiempo marcando la tragedia. Pero el equipo de Emery supo reaccionar. No dio un balón por perdido y se lanzó al ataque desesperadamente para encontrar el premio al valor y la entrega.
El Valencia, tal como está en la Liga BBVA, solo podía estar en Europa con una victoria frente al Sevilla y ganando la final. Los de Pizzi se jugaban todo su futuro para estar el 14 de mayo en Turín. Hasta un cartel colgaba de los vestuarios del equipo valenciano que decía “No hay partido más importante en nuestras vidas que éste”. Con todo este protocolo furtbolero tuvo que enfrentarse el Sevilla de Emery a los de Pizzi. Y aunque el Valencia fue siempre un equipo con más poder y con más oportunidades --llegó a tener hasta el minuto 94 la clasificación para la final en sus manos--, el Sevilla con más arte y con más fortuna se llevó el gato al agua y jugará su tercera final europea.
VALENCIA CLUB DE FÚTBOL, 3; SEVILLA FÚTBOL CLUB, 1.
Aunque comenzó el primer tiempo de este partido de vuelta de la semifinal de la Europa League con remates de Rakitic y Bacca sin muchas consecuencias, fue el Valencia quien supo ajustarse más los machos, haciéndose el amor y señor de la situación en estos primeros cuarenta y cinco minutos del partido. El equipo de Emery no sabía cómo presionar a los rivales ni tampoco la forma de taponar huecos y cerrar las acciones ofensivas del equipo de Juan Antonio Pizzi. El desbartajuste del cuadro de Nervión, vestido de rojo en este choque, fue muy evidente. El caos sevillista era total ante el empuje y el genio que el Valencia estaba poniendo en esta pelea. El primer fruto de su dominio y del control de juego local llegó a los 14 minutos, cuando Feghouli sorprendió a Beto y marcó el 1-0. Con este tanto en contra, el Sevilla intentó cambiar de estilo y se organizó mejor para crear acciones ofensivas. Pero el Valencia apretaba y todos los esfuerzos sevillistas se centraban en la defensa, porque el centro del campo de los de Emery estaba desaparecido para poner orden y concierto. Rakitic no apareció en ningún momento en la organización y presión. Tampoco M´Bia cogía el ritmo del partido. Y Reyes no estaba fino en sus esperadas funciones de calidad y genio. El descontrol del Sevilla fue hábilmente aprovechado por el Valencia, marcando un segundo gol, obra de Jonás, que igualaba la eliminatoria en el minuto 26.
Se estaban torciendo las cosas para el equipo de Emery, que era superado en casi todas las líneas por el Valencia. Mucho sufrimiento en la escuadra de Nervión que no se enganchada al partido. Sin embargo, el Sevilla tuvo su gran oportunidad en esta primera parte, cuando Bacca, dentro del área, mandó hacia Reyes un balón de oro. El sevillano remató, pero Diego Alves, cuando se cantaba el gol, mandó el cuero a córner. La recta final de este primer tiempo fue trepidante. Se jugó a un ritmo titánico. El Valencia buscando otro gol y el Sevilla queriendo controlar el partido y el marcador.
La segunda parte, los cuarenta y cinco minutos del segundo tiempo, con su largo descuento incluido, fue de infarto. Aunque el Valencia salió con todas sus armas en juego, el partido se fue equilibrando y la pelea en el centro del campo fue mucha más dura y ajustada para cada equipo. El Sevilla llegó con más continuidad al área local, pero sin pegada ante Alves. El Valencia, con el deseo de controlar el juego y el partido, siempre buscó ese tercer gol para evitar la agonía de la prórroga y los penaltis. En esa lucha sin cuartel fue el cuadro de Pizzi quien estuvo más astuto a la hora de lograr algo más positivo. En el minuto 65, Mathieu logró el 3-0. El Valencia, con este tanto del defensa local, remontaba la eliminatoria y se clasificaba para la final de Turín. Hasta los minutos finales fue todo de alta tensión. Emery hizo cambios, sacando a Gameiro por Bacca y a Marko Marín por Reyes –al comienzo de este periodo ya saltó al campo Alberto Moreno por Fernando Navarro--, para poder armar la revolución y lograr el tanto salvador. Todo el Sevilla, en esta recta final del partido, a tumba abierta, mientras se iban consumiendo los minutos entre entradas duras, rifirrafes y algunas intencionadas pérdidas de tiempo por parte del bando valenciano.
Cuando todo parecía listo para sentencia, en el descuento, en el minuto 94, M´Bia remató de cabeza un balón que sacó largo Coke desde banda hacia el área local. Peinó Fazio y remató el camerunés para batir a Diego Alves con un testarazo genial. Era el gol del milagro. El gol del corazón y de la fe. El gol que clasificaba al Sevilla para la final de la Europa League. Y la fiesta fue grande en el terreno de juego y en las gradas donde se habían congregado seis mil seguidores del equipo blanco. Los jugadores del Valencia no podían creer que después de la gesta de la remontada todo se esfumara en el tiempo añadido, cuando ya acariciaban el viaje a Turín. Pero así es el fútbol. En Valencia, el Sevilla jugó a la ruleta de la suerte y encontró el gran premio. Los de Nervión jugarán por tercera vez la final de la Europa League. Apoteosis sevillista. "Si, si, si, no vamos a Turín". Emery, al final del partido, declaró: "Hoy han estado con nosotros los espíritus de Palop y Puerta".
FICHA TÉCNICA:
Alineaciones:
Valencia C.F.: Alves, Joao, Costa, Mathieu, Bernat; Keita, Parejo (Javi Fuego, minuto 78), Piatti (Fede, minuto 62), Feghouli; Vargas y Jonas (Barragán, minuto 85).
Sevilla F.C.: Beto, Coke, Fazio, Pareja, Fernando Navarro (Alberto Moreno, minuto 72); M´Bia, Carriço, Reyes (Marin, minuto 78), Rakitic, Vitolo y Bacca (Gameiro, minuto 66).
Goles:
1-0, minuto, 14: Feghouli; 2-0, minuto, 26: Jonas; 3-0, minuto, 65: Mathieu y 3-1, minuto, 94: M´Bia.
Árbitro:
Milorad Mazic (SRB). Amonestó por el Valencia a Bernat y Feghouli, Alves y Mathieu, y por el Sevilla a Carriço.
Incidencias:
Partido de vuelta de las semifinales de la Liga Europa, disputado en el Estadio de Mestalla ante más de 5o.000 aficionados. En las gradas asistieron unos seis mil seguidores del equipo sevillista. (Foto: Liga BBVA).
Incidencias:
Partido de vuelta de las semifinales de la Liga Europa, disputado en el Estadio de Mestalla ante más de 5o.000 aficionados. En las gradas asistieron unos seis mil seguidores del equipo sevillista. (Foto: Liga BBVA).
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