jueves, 15 de agosto de 2013

Solemne y multitudinaria procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis, en la festividad de la Asunción de María

Ha sido solemne y multitudinaria la procesión anual de la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y su Archidiócesis, en este 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María. Por segunda en este año de 2013, la imagen de la Virgen de Sevilla ha realizado su histórico recorrido por los alrededores de la Santa Iglesia Catedral. Como se recordará, el pasado 11 de mayo y en Rosario de la Aurora, la imagen de la Virgen de los Reyes, en su tradicional paso de tumbilla, hizo este itinerario con motivo del Año de la Fe.
En este 15 de agosto, la imagen lucía el manto blanco de castillos y leones regalo de la reina Isabel II. A las ocho de la mañana, el paso de la Patrona de Sevilla ya apareció en la Puerta de Palos. En la procesión figuraban en primer lugar lo carráncanos de la Hermandad Sacramental del Sagrario. Tras ellos formaban los miembros de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando, cuya entidad preside Antonio Ramos Puerta que termina este año su mandato. También formaron en el cortejo la Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradía.
El paso de tumbilla de la Virgen de los Reyes iba adornado con más de mil varas de nardos que son colocadas en las clásicas esquinas, junto a numerosos claveles blanco, de las andas por los floristas de la Casa Ramos. En el cortejo figuró la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla abriendo la procesión mariana.
Tras el paso de la Virgen de los Reyes iba el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, así como las representaciones catedralicias y las autoridades civiles, con la representación del Ayuntamiento de Sevilla que preside Juan Ignacio Zoido, y militares. Sobre las nueve y media de la mañana, el paso de la Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis entró de nuevo en la Catedral por la Puerta de Palos. Con anterioridad, las tropas rindieron honores, desfilando ante el paso de la Virgen, con la presencia de todas las autoridades en la Plaza de la Virgen de los Reyes. Ha sido una mañana luminosa y con bastante calor. El Ayuntamiento exornó las calles del recorrido y colocó vallas en todo el itinerario. Desde los pueblos cercanos a la capital peregrinaron numerosos fieles para estar presente en la procesión de la Patrona de Sevilla y de la Archidiócesis.

MISA EN LA CATEDRAL ANTE LA VIRGEN DE LOS REYES
"María es el fruto más admirable de la misericordia de Dios”, ha dicho esta mañana el Arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo Pelegrina, en su homilía de la misa de la solemnidad de la Asunción ante la Virgen de los Reyes, tras la tradicional procesión de Tercia por las gradas bajas de la Catedral, con las calles engalanadas con gallardetes y banderas azul inmaculista, recoge la página web de la Archidiócesis de Sevilla.
El Arzobispo de Sevilla comenzó su homilía comentando las palabras del salmo 44 ("De pie, a tu derecha, está la Reina enjoyada con oro"). Estas palabras “sintetizan el misterio que hoy celebramos, la glorificación y el triunfo de María en su Asunción a los cielos. Con ellas proclamamos nuestra certeza de que al final de su vida la Virgen no conoció la corrupción del sepulcro, sino que fue asunta inmediatamente al cielo en cuerpo y alma”.
La Asunción de la Virgen es el gran don de Dios hecho a María, según dijo el Arzobispo: “Desde su concepción, María es la Hija predilecta del Padre y la llena de gracia. Mucho antes de pronunciar su sí y de prestar su consentimiento para que el Verbo se encarne en sus entrañas, desde el primer instante de su ser, es ungida por el amor de la Trinidad Santa y recibe el sí previo y gratuito de Dios. Consecuencia de esta maravillosa predilección son todos sus privilegios y prerrogativas, su concepción inmaculada, su virginidad sin tacha y su asunción a los cielos, pues la fidelidad de Dios se extiende hasta su glorificación definitiva”.
Un año más, Sevilla se ha volcado con su patrona. Pero monseñor Asenjo recordaba que: “vivir una vida auténticamente cristiana y amar y servir a Jesucristo en nuestros hermanos es, según el Papa Pablo VI en la Exhortación Apostólica "Marialis Cultus", el mejor signo de una genuina y auténtica devoción a la Santísima Virgen. La celebración de la solemnidad de la Asunción de la Virgen, objeto preferente de la misericordia de Dios y fuente de misericordia para todos sus hijos, nos alienta a vivir siempre el amor, el servicio, la cercanía y la solidaridad con los hermanos con los que el Señor especialmente se identifica”.
Y es que, según el Arzobispo, “los cristianos tenemos razones especiales para vivir con hondura la fraternidad, que es consecuencia de nuestra común condición de hijos de Dios e hijos de la Virgen. No perdamos de vista que el servicio a los pobres y marginados es un aspecto no desdeñable de la Nueva Evangelización, que para ser creíble necesita el refrendo de nuestro amor fraterno y solidario”.
Monseñor Asenjo finalizó su homilía pidiendo a la Virgen de los Reyes por la ciudad de Sevilla y por toda la Archidiócesis, donde ejerce su patronazgo, para que “que al compartir el pan de los hijos se robustezca nuestra relación filial con Dios Padre y que esta experiencia de amor nos impulse, en una lógica de servicio y misericordia, a hacernos don viviente, a amar, a acoger y servir a nuestros hermanos más pobres”.

Mañana 16 de agosto comienza en la Capilla Real la octava a la Virgen de los Reyes, los cultos que, tras la novena, convierten a este mes en otro mes mariano por excelencia en Sevilla. El día 22 de agosto podrá contemplarse el cuerpo incorrupto de San Fernando.




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