lunes, 1 de julio de 2013

Torrijos y Medrano (IU) exigen al alcalde Zoido que atienda la reclamación de los trabajadores de Sitel

Los concejales de Izquierda Unida, Antonio Rodrigo Torrijos y Josefa Medrano, han expresado su total apoyo a los trabajadores de la empresa "Sitel Ibérica", que este lunes se han concentrado ante el Ayuntamiento de Sevilla para protestar por el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) de nueve meses anunciado por la compañía para los operarios sujetos al servicio de atención al cliente de Endesa. 
Tanto Rodrigo Torrijos como Josefa Medrano han trasladado su solidaridad a la plantilla de Sitel y se han puesto a disposición del comité de empresa para lo que sus miembros estimen necesario. Asimismo, han exigido al alcalde que atienda la reclamación de los trabajadores y haga todo lo posible por “evitar un ERTE, tras el que se podrían camuflar más de 140 despidos en nuestra ciudad”.

Según ha señalado Torrijos, en estos momentos no hay ninguna garantía de que los afectados puedan reincorporarse a sus puestos, dada la política de deslocalización que viene aplicando este grupo multinacional de telemarketing. Por eso –ha recalcado-- “instamos a Zoido a que se implique de lleno en este tema e impida el nuevo varapalo laboral que se avecina”.

En opinión del portavoz municipal de IU, el alcalde está obligado a volcarse en este asunto y a defender los intereses de la plantilla, aunque sólo sea para enmendar parcialmente el ridículo tan espantoso que protagonizó hace sólo cinco meses, cuando no dudó en fotografiarse junto a los responsables de Sitel en el marco de un encuentro donde el Gobierno local del PP avanzó la creación de 400 nuevos empleos a través de la ampliación del contact center que esta empresa tiene en República Argentina. “Sin embargo, lo que ha venido ha sido un ERTE que, sólo en Sevilla, perjudicará a 142 trabajadores”, ha remarcado Torrijos.

Para Izquierda Unida, el caso de Sitel evidencia el “desnortamiento” y la ausencia de iniciativas propias del PP en materia de empleo, al tiempo que constituye un ejemplo bastante elocuente de la “política fotográfica y de humo” de Juan Ignacio Zoido.

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